Fortaleza del asociacionismo

El Ateneu del Pallars Jussà formalizó ayer la compra del antiguo teatro La Lira de Tremp tras haber reunido 110.000 euros para adquirirlo. Lo ha hecho a través de una campaña popular para recaudar fondos sin recurrir a financiación bancaria. Comprar el inmueble clausurado, actualmente en manos de diversos propietarios, es el primer paso para rehabilitarlo y darle de nuevo usos sociales y culturales.

La entidad puso en marcha su campaña en enero con el objetivo de recaudar 150.000 euros. Esta cifra debía cubrir la compra del inmueble, gastos notariales e impuestos y los primeros trabajos de rehabilitación. Para ello emitió 300 empréstitos de 500 euros, a devolver en un plazo de diez años.

En un mes vendieron aproximadamente la mitad, lo que supone unos 75.000 euros, pero también recibieron préstamos de particulares, donaciones e ingresos a través de cuotas de socios. Los 110.000 euros recaudados hasta ahora cubren la compra del inmueble. La iniciativa y la forma de llevarla a cabo por el Ateneu del Pallars es encomiable y es una muestra de la fortaleza que siguen teniendo este tipo de entidades en Catalunya, fundadas la mayoría a finales del siglo XIX y principios del XX con la finalidad de construir un marco alternativo a los cambios del sistema productivo del momento.

Ahora, en pleno siglo XXI, el asociacionismo, tanto juvenil como social y cultural, vuelve a cobrar protagonismo y eso siempre es una buena noticia.

Ciberataques impunes Tal Hanan tiene 50 años, es conocido bajo el seudónimo de Jorge y tiene una larga carrera como experto tecnológico, además de haber sido subcomandante del Ejército de Israel y estar relacionado con la controvertida consultora británica Cambridge Analytica. Hanan y sus empresas hace años que trabajan para servicios de inteligencia y ofrecen desinformación a gobiernos, candidatos y empresas.

Parte de la naturaleza de estos negocios de falsas noticias y difamaciones se ha destapado ahora gracias a una investigación de varios medios de todo el mundo: El País, The Washington Post, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y Haaretz. Lo que han sacado a la luz estos periodistas es que Hanan se atribuye la autoría del ciberataque que sufrió la Generalitat durante la consulta del 9-N de 2014 que provocó que durante tres días muchas páginas de la Generalitat no funcionaran, entre ellas la de Salud, lo que impedía programar visitas, servicios del SEM, etc., y que perseguía desprestigiar a la institución catalana. El problema es el de siempre: saber quién contrató estos servicios y a quién se puede pedir responsabilidades por el daño causado por este ataque a la democracia y a sus legítimos representantes.