EDITORIAL
La maternidad es un derecho, no una obligación
Desde hace trece años, abortar en España por decisión propia es legal y gratuito. Así lo estableció la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo aprobada en febrero de 2010. Aunque trece años después, la evaluación de esta política pública deja entrever las costuras de su implementación.
Las principales problemáticas: la desigualdad territorial en el acceso y la expulsión de las mujeres del circuito público. Así, el pasado septiembre comenzó la tramitación de un proyecto legislativo para la reforma de la ley del aborto, que fue definitivamente aprobado ayer. Una buena noticia para las mujeres, absolutamente para todas, porque la maternidad es un derecho, no una obligación, y las que decidan abortar lo harán atendiendo a su circunstancia y en ningún caso como una imposición social o jurídica, y a las que quieran ser madres nadie se lo impedirá.
En eso consiste la libertad. Por lo que hace referencia a los puntos más polémicos de la normativa, básicamente la no necesidad del consentimiento de los progenitores para las jóvenes de 16 años y 17 años, debemos aplicar la misma lógica que para las adultas. Nadie, ni los padres, puede decidir lo más conveniente para el futuro de alguien que se enfrenta a un embarazo no deseado.
La función de las familias es educar, orientar, cuidar, proteger y aconsejar a sus hijos, en ningún caso decidir su futuro sin su consentimiento. En cuanto al resto de la ley, sería edificante que por fin el reequilibrio territorial se cumpliera. Lleida es un claro ejemplo de que hasta ahora no ha sido así y el derecho a la objeción de conciencia que tienen los médicos no ha de impedir a las leridanas ejercer su derecho a un aborto libre y gratuito en nuestras comarcas.
Todo esto, evidentemente, debe acompañarse de una educación sexual adecuada a los tiempos y con todos los métodos anticonceptivos pautados y normalizados. En cuanto a la ley trans, reconocer los derechos del colectivo LGTBI es también una cuestión de dignidad colectiva.
El arte de la Fundació Sorigué
La Fundació Sorigué ha retomado las exposiciones en su espacio artístico de Lleida con la muestra La vida en emergència de Juan Zamora, una reflexión sobre la vida y sus procesos que encaja perfectamente en la línea conceptual de esta entidad cultural.
Es un lujo para la ciudad disponer de este motor de arte que se complementa con Planta, en Balaguer, donde los espacios específicos de artistas como Juan Muñoz, Bill Viola y Chiharu Shiota conviven con la producción de áridos y los proyectos agrícolas de Sorigué. Todas estas propuestas conforman un círculo cerrado basado en la sostenibilidad ambiental, uno de los objetivos de la empresa leridana.