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Las cifras acostumbran a ser frías pero cuando esconden casos (y caras) concretos su impacto es mucho mayor. Ayer publicábamos que los juzgados de Lleida han registrado la friolera de 16.191 denuncias (que cada una esconde una cara y un nombre concretos) por violencia machista en trece años, una barbaridad que es totalmente inasumible para una sociedad que se cree tolerante, igualitaria y libre. Y lo peor es que, según diferentes informes de los Mossos d’Esquadra, los casos denunciados suponen apenas el 20 por ciento de los realmente existentes, puesto que se calcula que entre el 70 y el 80 por ciento de las víctimas que sufren este tipo de agresiones no las hacen públicas y, cuando esto ocurre, ya ha pasado un promedio de ocho años.

Asimismo, en estos 13 años se han concedido un total de 3.310 órdenes de protección y más de 1.600 mujeres han sido usuarias del servicio Atenpro (el botón de emergencias) para víctimas en situación de violencia machista en la provincia de Lleida y, al cierre de 2022, un total de 176 leridanas tenían activo este aparato que puede llegar a ser vital para su supervivencia. La situación es sencillamente intolerable y escalofriante y así lo ve también el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que mostró su preocupación la pasada semana cuando trascendía que, a nivel de España, son más de dos millones los casos de violencia contra las mujeres desde 2009. Para García Ortiz, es “imprescindible” velar por la seguridad, integridad e intimidad de las víctimas a la hora de acudir a la Justicia e hizo un llamamiento a evitar “espacios de impunidad” en los que se puedan apoyar los agresores.

Pero la solución a este grave problema de inseguridad que afecta a la mitad de la población no concierne solo a la Justicia y a las fuerzas de seguridad. Debe surgir de todos los sectores de la sociedad y, desde la más tierna infancia, es necesario concienciar a todos y todas, sin excepciones, de que no se puede tolerar ninguna actuación, por leve que sea, que atente contra la integridad de las mujeres. Solo así podremos erradicar esta lacra.

Biden dice basta de armasLas autoridades de Mississippi detuvieron el viernes a una persona tras un tiroteo que dejó al menos seis muertos; el sábado otra acción similar se cobró una vida en un campus del gigante tecnológico Intel en el estado de Arizona. Tras el primer caso citado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo “¡basta! Llevamos 48 días de año y nuestra nación ya ha sufrido al menos 73 tiroteos masivos”. El líder demócrata calificó la violencia armada como “una epidemia”, afirmando que “los pensamientos y las oraciones no son suficientes”, sino que el Congreso debe actuar de inmediato.

Demuestra buenas intenciones, pero ahora se deben traducir ya en hechos.

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