EDITORIAL
El esquí, una fábrica de empleos
La nieve está bendiciendo este año las estaciones de esquí del Pirineo aunque no con la profusión de años anteriores, y, si las previsiones meteorológicas para los próximos días se cumplen, aún será más abundante. Y es una bendición tanto para los amantes del deporte blanco como para los miles de puestos de trabajo que dependen de ella. Por supuesto, está todo el sector hotelero y hostelero en la cúspide de las ocupaciones, pero, tal como informábamos ayer, los monitores de esquí también suponen un grupo laboral más que importante.
Así, son más de un millar los y las profesoras del deporte blanco que trabajan en las estaciones invernales durante la temporada en las 76 escuelas que existen en las pistas de la provincia de Lleida. Baqueira Beret, por su extensión y potencial, es la que copa más personal laboral de este tipo, superando los 700 profesionales, mientras que las pistas que dependen de Ferrocarrils de la Generalitat, Boí Taüll, Espot y Port Ainé, reúnen a 270 monitores en 23 escuelas. A esta mano de obra, cabe sumar el personal que trabaja en los diferentes servicios de los complejos, como en remontes, taquillas, tiendas, restauración, refugios y otras ocupaciones varias, con lo que la “fábrica” de nieve que es el Pirineo emplea a más de 2.000 personas.
Pero buena parte de ellos, que residen en las comarcas pirenaicas solo durante la temporada blanca, se encuentran con un gran hándicap: la falta de vivienda temporal a un precio asequible. Es un grave problema al que hay que encontrar una solución que incluso podría propiciar arraigar al territorio a estos trabajadores, ahora temporales.
¿Una solución mundial?El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, propuso ayer en Kyiv celebrar una cumbre con “países de todos los continentes” tras el apoyo recibido en la Asamblea General de la ONU después de que el jueves adoptara una resolución respaldada por 141 estados para el cese de las hostilidades en su país reclamando la retirada de las tropas rusas.
Zelenski, que celebró una multitudinaria conferencia de prensa en la capital ucraniana coincidiendo con el primer aniversario de la invasión, dijo que esa cumbre debería producirse en un país “que sea capaz de reunir a tantos países del mundo como sea posible”. También aludió indirectamente a las abstenciones manifestadas en esa votación en la ONU –de China e India, entre otros– y dijo que su gobierno trabaja “para transformar esa neutralidad en un estatuto de no neutralidad hacia la guerra”. Como venimos repitiendo, las sanciones económicas a Rusia, como las nuevas impuestas desde Estados Unidos, y la diplomacia deben ser la base para intentar poner fin a un conflicto cruel y con repercusiones de todo tipo.