EDITORIAL
Equidad territorial y aborto
Las mujeres del Pirineo de Lleida podrán acceder al aborto quirúrgico en su comarca y dejarán de verse obligadas a interrumpir su embarazo solo farmacológicamente o bien a desplazarse a otras zonas de Catalunya para acceder a este derecho legal y universal. La Conselleria de Salut ha ampliado esta intervención a la región sanitaria del Alt Pirineu i Aran, que aglutina las comarcas del Alt Urgell, Alta Ribagorça, Cerdanya, Pallars Jussà, Pallars Sobirà y la Val. Las entidades feministas venían denunciando desde hacía tiempo que aunque Catalunya es una de las comunidades que más posibilidades ofrece a la mujer para abortar, la desigualdad territorial seguía marcando el acceso a este derecho.
Si la mujer quería abortar farmacológicamente, tenía más posibilidades de no salir de su comarca. Pero, si por el contrario, decidía hacerlo quirúrgicamente, debía desplazarse a Lleida capital o Barcelona. Así, la mujer no siempre tenía opción real de elegir qué método emplear para interrumpir el embarazo, un derecho que sin embargo está recogido en la ley en toda España.
En las comarcas del llano ya costó mucho que las posibilidades que ofrece la ley se concretaran en Lleida, dado que los ginecólogos de los hospitales de Ponent se habían declarado objetores y hasta hace poco tampoco se practicaban interrupciones quirúrgicas. Al final, la Generalitat llegó a un acuerdo con la clínica NovaAliança y es este centro el que garantiza la equidad territorial en Lleida y pronto también se incorporará el Arnau. Bien está lo que bien acaba y aunque con mucho retraso sobre lo previsto y anunciado, por fin toda la demarcación leridana está en igualdad de condiciones para poder abortar según los plazos previstos del mismo modo que el área metropolitana u otras comarcas catalanas.
Lo primero que cabe es felicitar a las mujeres que llevan años reclamando esta equidad y por supuesto a la administración catalana que no ha cejado hasta conseguir converger el derecho de los médicos a ser objetores con el cumplimiento de la ley que permite el aborto gratuito en la sanidad pública.
Solución para los conejos
La multitudinaria marcha de tractores y agricultores de ayer en la capital de Ponent demuestra que el problema de la proliferación de conejos que está arruinando las cosechas de los payeses no está resuelta, ni muchísimo menos. Todos los métodos convencionales, desde la caza a las trampas, no han bastado y la plaga sigue amenazando al campo leridano. Si no se puede cazar en zepas, ni se puede utilizar biocidas como el fosfuro de aluminio, lo primero porque los prohíbe la UE y lo segundo porque debe autorizarlo el Estado, algo habrá que hacer.