EDITORIAL
8 de marzo para seguir avanzando en la igualdad
Diferentes informes publicados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) muestran claramente que las mujeres están por debajo de los hombres en todos los indicadores de desarrollo. Así,? las desigualdades de género se observan en que las mujeres conforman casi dos tercios de los analfabetos del mundo y? se habla de feminización de la pobreza porque la mayoría de pobres son mujeres; ellas tienen también menos acceso que los varones a los servicios sociales básicos, además de 11 puntos porcentuales más de probabilidad de morir de hambre. Por otra parte, la brecha salarial sigue siendo mayúscula y ellas ganan menos dinero que ellos por el mismo trabajo? y, aunque tengan la misma educación o estudios, consiguen empleos de menor jerarquía;? existen 39 estados en los que los hijos varones tienen derechos de herencia preferente sobre las hijas? (en España la Constitución prima en la herencia de la Corona al varón sobre la mujer) y solo el 2% de la tierra del planeta pertenece al sexo femenino, mientras que el 98% es de los varones.? En 30 países se continúa realizando la mutilación genital femenina y hay por lo menos 200 millones de mujeres operadas de esta barbaridad que las priva del placer sexual.
Podemos seguir con que dos tercios de las víctimas de trata de personas son mujeres y ellas representan la gran mayoría de las víctimas de explotación sexual, muchas todavía niñas. Por no hablar de los matrimonios infantiles forzados y que en muchos países todavía existen códigos legales que obligan a la mujer a obedecer a su esposo. Y si en el mundo occidental y democrático muchas de estas aberraciones ya están superadas, no sucede lo mismo con la violencia machista, ya que nacer mujer supone un peligro en cualquier lugar del mundo, y como ejemplo solo hay que sumar las mujeres muertas a manos de parejas, exparejas o desconocidos en España en lo que llevamos de año, así como las denuncias por violaciones o malos tratos.
En definitiva, que los actos del 8 de marzo, día internacional de las mujeres trabajadoras y de los derechos femeninos en general, siguen siendo necesarios, aquí y en todo el mundo. Lástima que en una fecha en la que todos los partidos políticos y agentes sociales deberían estar unidos para ir dando pasos en pro de la igualdad real, se haya visto en el Congreso de los Diputados una clara disputa entre los dos socios del Gobierno español por la reforma de la ley del sólo sí es sí. Las leyes son indispensables para que las justas demandas de equidad lleguen a la calle y los jueces puedan aplicarlas sin sesgo ideológico.
Es evidente que todo cambio de norma requiere un tiempo de adaptación, como sucedió con el divorcio, el aborto o la paridad en las listas electorales, y es una pena que dos partidos progresistas como PSOE y Podemos no hayan sabido o querido ir de la mano en una ley tan importante.