EDITORIAL
El mundo rural a debate
Vivienda, desarrollo rural, nuevas alianzas territoriales y buenas prácticas sobre servicios básicos y de proximidad serán los ejes del primer Congrés Català de Repoblament, que se celebrará entre hoy y mañana en la Llotja de Lleida. En estas jornadas, más de treinta ponentes debatirán sobre proyectos contra la despoblación. El congreso ya cuenta con casi 300 inscritos, entre cargos electos y técnicos municipales, y tiene como objetivo poner sobre la mesa proyectos para afrontar el reto demográfico y poderlos tomar como modelo.
Entre las propuestas que se presentarán en las distintas mesas redondas que se han programado se encuentran las estrategias de vivienda de Maldà y del Consell Comarcal del Urgell, así como los mataderos móviles del proyecto BCN Smart Rural, entre muchos otros. Compartimos con el presidente de la Diputación, Joan Talarn, que el congreso “es un evento de país”, así como el convencimiento de que no existe una varita mágica que haga regresar a las personas a los pueblos. Arraigar proyectos de vida en el territorio es producto de un conjunto de políticas y decisiones transversales que implican a todas las administraciones, pero está claro que los ayuntamientos han de tener a su disposición instrumentos económicos y estructurales para conseguir este fin.
En primer lugar, los servicios sanitarios han de mejorar. No es de recibo las quejas que día sí y otro también recibimos de nuestros lectores, que han de esperar más de un mes para ser atendidos por sus médicos de familia. Los ambulatorios rurales también han de conseguir, sobre todo en las comarcas de montaña, un asentamiento en el territorio que permita esta personalización y conocimiento de los pacientes que se perdió con el éxodo de los médicos a los CAP.
En cuanto a la educación, ya leíamos el domingo en el amplio reportaje de este periódico que faltan medios de la escuela rural, aunque ofrecen una educación de cualidad. Por no hablar de las carreteras y medios de transporte. Que un leridano tarde menos en ir a Madrid en AVE que a Barcelona por la línea de la costa o de Manresa indica el largo camino que todavía tenemos por delante para reequilibrar el territorio.
El turismo sin duda es una gran baza que crea empleo, y, por tanto, habitantes, pero no puede ser la única vía de progreso, porque el sector primario es básico y no debe descuidarse y menos fiar su futuro a las grandes empresas. La gestión de los bosques, abandonada a medida que se ha perdido la explotación tradicional de cañadas y pastos, es otro elemento a considerar, al igual que el tejido empresarial de pequeñas y medianas empresas, que complementan la economía de pequeños y grandes municipios. En definitiva, un congreso vital para Lleida, Pirineo y Aran, en el que todos estamos implicados, y a todos nos compete poner nuestro grano de arena para que tengamos un futuro garantizado.