Vivir y morir en soledad

Un vecino de Tàrrega de 83 años se quitó la vida antes de que una comitiva judicial le desahuciara de su vivienda, de la que no pagaba el alquiler desde hacía un año. La comitiva se encontró el cadáver del hombre cuando procedía a desalojarle de un piso situado en el Passatge Sant Jordi. Según pudo saber este periódico, el cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición, de modo que todo apunta a que el hombre podría llevar varias semanas muerto.

La comitiva judicial entró en la vivienda acompañada del propietario y con el refuerzo de la Policia Local de la capital del Urgell. Según fuentes próximas al caso, el propietario, debido a los impagos de las mensualidades desde hacía aproximadamente un año, inició el procedimiento judicial para echar a su inquilino. A pesar de haber recibido varias notificaciones y citaciones del juzgado, el inquilino no las atendió en ninguna ocasión.

Llegado el día en que tenía que hacerse efectivo el desahucio, la comitiva judicial accedió a la vivienda con las llaves del propietario, de modo que no fue necesario forzar la puerta. Al margen de las consideraciones legales del caso, que no ofrecen ninguna duda, hemos de centrar la atención en el factor humano de esta muerte. Cada vez son más las personas que viven solas y sin recursos y es una obligación que tenemos como sociedad priorizar los servicios sociales de todos los estamentos para que situaciones como esta no se repitan.

Josep Piqué

El exministro de Exteriores e Industria Josep Piqué (Vilanova i la Geltrú, Barcelona, 1955), exlíder del PP catalán durante la etapa del Estatut y representante de un catalanismo conservador, falleció el jueves a los 68 años en el hospital 12 de Octubre de Madrid, según informó su familia en un comunicado en el que destacaban su integridad personal, su fortaleza y el trabajo en su lucha por la vida. Ideologías al margen, el que fuera uno de los escuderos de José María Aznar en la época de pactos con el nacionalismo catalán, fue la cara más amable, centrista e inteligente que ha tenido jamás el Partido Popular en Catalunya, y por eso el líder actual del partido, Alberto Núñez Feijóo, le había fichado para el equipo económico de la renovada fundación del partido, Reformismo21, junto a otros exministros de Ejecutivos del PP como Fátima Báñez o Román Escolano. El fallecido, que fue también portavoz del Gobierno (1998 y 2000), ministro de Industria y Energía (1996 y 2000), Exteriores (2000 y 2002) y Ciencia y Tecnología (2000 y 2003), entendía como pocos que su partido jamás llegaría al poder en Catalunya si no respetaba sus signos de identidad diferenciadores.

Descanse en paz.