Un turismo cada vez más diversificado

Unas décadas atrás, el turismo de Lleida basaba toda su proyección en la nieve y los complejos invernales del Pirineo y Aran. Después vino el Ara Lleida, impulsado por la Diputación, que catapultó el rafting y todas las actividades de turismo activo que comenzaron a llenar el Noguera Pallaresa de barcas de plástico que surcaban el río. Los embalses introdujeron también esta actividad fluvial, antiguamente solo laboral, con los históricos raiers, que perduran aún, como vimos ayer en Coll de Nargó, y tanto el Ribagorçana como el Segre aprovecharon cada punto disponible para atraer turistas ávidos de descender barrancos o surcar aguas dulces con kayak.

Mont-rebei, una de las perlas más impresionantes de los enclaves de Lleida, comenzó también a ver llegar barcas de pesca o de recreo a Canelles y poco a poco no quedó rincón acuático de Lleida sin aprovechamiento turístico. El esquí, cada vez con más estaciones y kilómetros de pistas, ofrece desde grandes marcas históricas como Baqueira, hasta medianas como Boí Taüll y otras más familiares como Port del Comte, Espot, Port Ainé o Tavascan, y paralelamente han ido ganando peso actividades culturales o deportivas alternativas. Algunas han existido siempre, como el ciclismo o el senderismo, pero se han creado rutas y mejorado accesos y se les ha dado una nueva dimensión, desde Aigüestortes hasta los recorridos por las banquetas de los canales de Lleida.

Casas rurales, campings, hoteles, pisos de alquiler e incluso caravanas han ido forjando un panorama turístico mucho más diversificado que está convirtiendo Lleida en un destino de primer orden y muy atractivo. Incluso el llano, con el Fruiturisme, vinos, aceites, gastronomía o castillos, está logrando proyección y visitantes. En los últimos 30 años, tanto el Pirineo y Aran como las comarcas de Ponent han creado un potencial que hay que saber aprovechar sin masificarlo y, por supuesto, completar con el sector primario y tecnológico, pero que sin duda nos sitúan hoy en una posición ventajosa para encarar el futuro y sus retos, tanto económicos como de cambio climático.

El orgullo del hockey leridanoSi hay una disciplina que se ha erigido en estandarte y ejemplo de la buena gestión en el panorama deportivo leridano, ese es el hockey sobre patines. Con modestia, pero sin renunciar a objetivos ambiciosos, el Llista no solo se ha consolidado en la OK Liga, sino que en unos días jugará su quinta Final Four europea en busca de su cuarto título. Y lo hará en casa, como en 2018 y 2019, siendo unánimemente aplaudida la modélica organización.

Y qué decir del hockey femenino, con el Vila-sana luchando en la Champions y el Alpicat compitiendo en la élite.