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El futuro de la proteína pasa en parte por la de origen vegetal, si bien no para sustituir inmediatamente a la de carácter animal, sí para complementarla de forma sostenible y que esta sea de proximidad. Estas fueron algunas de las conclusiones que salieron de la conferencia celebrada en marzo de 2022 en la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agrària de la UdL, en la que participaron representantes de Zyrcular Foods, Semillas Batlle, la cooperativa de Artesa y Elian. Estos presentaron un proyecto “de cadena de valor integrada desde el origen hasta el consumidor” para promover el cultivo local de materias primas como la soja, el guisante y otras leguminosas y elaborar productos análogos a la carne y al pescado.

Los ponentes destacaron que los productos de proteína vegetal son una tendencia de consumo que ha venido para quedarse y que seguirá creciendo en los próximos años. Durante el encuentro se expusieron los beneficios de promover este proyecto transversal y público-privado: diversificar la economía de las zonas rurales de Catalunya, reducir la huella de CO2, rebajar la dependencia de materias primas de otras zonas del mundo como Sudamérica, EEUU, Ucrania o China e innovar en variedades de leguminosas locales que se adapten a la elaboración de productos. Además, se valoró que la creación de un centro logístico productivo puede ser una ventaja competitiva de cara a la exportación y ante los mercados, además de crear una soberanía alimentaria para no depender de los mercados exteriores, fomentando a la vez la creación de una marca de país.

El CEO de Zyrcular Foods y promotor del proyecto, Santi Aliaga, señaló que “el sector primario, la industria alimentaria y la gastronomía catalana son referentes mundiales” añadiendo que “en la innovación y producción de nuevos alimentos tenemos la obligación de generarlos de proximidad y que se adapten al máximo a nuestro paladar, si no perderemos cuota ante productos cada vez más homogéneos y globales”. La propuesta se enmarca enla línea Next Generation presentada por la Generalitat, en febrero del 2022, de crear un hub de proteína alternativa con una dotación de 134 millones de euros. Ahora, la plataforma constituida con las aportaciones de empresas como Agbar, Naturgy o CaixaBank, que pretenden impulsar negocios que regeneren 50.000 hectáreas de la región mediterránea hasta al 2030, apuesta por este centro de proteínas vegetales en Lleida que podría crear 2.000 puestos de trabajo en la planta de procesamiento.

La música sonaba muy bien hace un año y sigue sonando igual doce meses después, no obstante, habrá que esperar la concreción de este ambicioso proyecto y ver el papel que jugaría la agricultura local, base de la economía leridana y en plena reconversión, tanto por la crisis de precios como por el cambio climático y la consecuente escasez de recursos hídricos.

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