EDITORIAL
La marcha de Ferrovial
El aplauso de los accionistas congregados en la junta más trascendental de la historia de Ferrovial al discurso del presidente, Rafael del Pino, fue largo y significativo y minutos después se aprobó el punto décimo del orden del día, el decisivo sobre llevar la sede a Países Bajos. La junta dio un mayoritario sí al traslado a la capital holandesa. “Queda aprobado el punto décimo”, proclamó fríamente Del Pino, que expresó su confianza en que el Gobierno español “respetará la soberanía de la junta de accionistas”.
Durante cerca de media hora de intervención previa a la votación, el presidente había rebatido los argumentos del Gobierno y descartado la sanción de la Agencia Tributaria. Aunque Del Pino evitó la mención expresa a las presiones del ejecutivo, rebatió los argumentos esgrimidos por distintos ministros para que los accionistas votaran en contra. “Hay existencia suficiente de jurisprudencia como para dar por seguro que la Agencia Tributaria permitirá que Ferrovial se acoja a las ventajas fiscales por la operación de fusión con su filial holandesa dentro del régimen de integraciones en la Unión Europea”, aseguró el presidente de Ferrovial.
No obstante, Del Pino, que no había hablado públicamente hasta ahora, afirmó que la operación “no se hace por motivos fiscales” e insistió en que la razón es la mejora de la competitividad y financiación de la empresa, ya que permite, entre otras consecuencias, “la cotización en España, Países Bajos y, posteriormente, en EEUU”. El gobierno de PSOE y Podemos no puede hacer otra cosa que respetar esta decisión, aunque es evidente que los motivos de su marcha van más allá de este argumento, porque las empresas cotizadas en España, destaca la Moncloa, pueden entrar en la bolsa norteamericana si así lo solicitan, ya que no existen obstáculos legales, normativos o de operativa que lo impidan. Las empresas privadas tienen todo el derecho a querer aumentar sus beneficios y dividendos para sus accionistas, aunque nunca deberían olvidar que tienen un compromiso social y moral con la sociedad que las ha hecho crecer con multitud de adjudicaciones y obras.
A todos nos gustaría pagar menos impuestos, pero sin impuestos no hay bien común, ni sanidad, ni educación, ni, por supuesto, obra pública en base a la cual Ferrovial tiene beneficios multimillonarios.Buena decisión sobre el osoLa Generalitat ha dado marcha atrás en su propuesta de restringir el paso de personas en zonas del Pirineo consideradas críticas para la conservación del oso, como constaba en el proyecto del plan de recuperación de esta especie que el Govern presentó en 2020 a la UE. La convivencia con el oso ya es bastante problemática para añadir más fricciones.