EDITORIAL
La cesta de la compra y el agua
El buen comportamiento de los precios de la electricidad y los carburantes, más el efecto estadístico al compararse con el año pasado en que estaban disparados, ha moderado la inflación de marzo hasta el 3,3%. Son dos décimas por encima del dato adelantado por el INE el 30 de marzo. Esta es la parte positiva de la noticia.
La no tan buena es que la subyacente sigue muy alta, se reduce solo una décima y se queda en el 7,5%, y sobre todo, que la subida del precio de los alimentos se estanca en tasas altísimas. En marzo ha sido del 16,5%, solo una décima menos que en febrero, cuando marcó su máximo histórico. La cesta de la compra está desatada y esto comporta muchos problemas económicos a las familias, sobre todo a las más vulnerables, y es necesario tomar medidas porque de una equilibrada y buena nutrición depende la salud colectiva.
El gobierno debe llegar a acuerdos con las grandes cadenas para rebajar el coste final de los productos básicos sin perjudicar a los productores, muy castigados por las crisis de precios que arrastran de hace años. La importancia de la cesta de la compra debe servir también para primar la agricultura y ganadería de proximidad, que cobra más valor aún en tiempos complicados como la pandemia, la guerra de Ucrania y ahora la pertinaz sequía que nos amenaza. Sobre esta evidencia del cambio climático debemos garantizar como es obligatorio por ley los abastecimientos de boca, sin olvidar que la actividad agropecuaria y los efectos que tenga sobre ella la falta de agua puede perjudicar muy seriamente la renta agraria durante años, y eso no se arreglaría con un año de pluviometría intensa.
Es vital beber para los humanos, pero también poder criar animales y cultivar los campos porque la regresión del sector primario puede dejarnos sin alimentos muchos años, lo que evidentemente perjudicaría el precio de la cesta de la compra y toda la economía leridana. Es un pez que se muerde la cola, al cual hemos de poner remedio en todas sus vertientes.
Ley de viviendaERC y EH Bildu anunciaron ayer un acuerdo con el Gobierno de PSOE y Podemos sobre la nueva ley de Vivienda.
La portavoz de ERC Pilar Vallugera y de EH Bildu Oskar Matute avanzaron los detalles de esta nueva norma que pondrá tope a los alquileres y que rebaja la consideración de grandes tenedores a los propietarios de diez a cinco inmuebles. También se endurece la legislación sobre los desahucios y se introducen nuevas prórrogas a los procedimientos de lanzamiento. Hay mucha letra pequeña por estudiar, tanto de alquileres turísticos como de promoción de vivienda, pero sin duda es un paso adelante.