EDITORIAL
¿Quién controla la inteligencia artificial?
El sistema de chat con inteligencia artificial denominado ChatGPT irrumpió hace solo unos meses. Quien más, quien menos ha oído hablar de él y son muchos los que han probado su capacidad para mantener conversaciones o facilitar información sobre cualquier tema, con resultados que a veces dejan que desear. No obstante, en este poco tiempo los gigantes tecnológicos han dado grandes pasos para disponer de una inteligencia artificial comparable a la humana en varios aspectos con una nueva evolución, el ChatGPT-4, y ya está en marcha el proceso para tener a punto en poco tiempo el 5, con capacidades notablemente superiores.
Está claro que esta nueva inteligencia artificial es un arma muy poderosa, que ha venido para quedarse y que incidirá de forma notable en el futuro de la humanidad. Hasta tal punto que cientos de científicos y expertos en este campo pidieron hace unas semanas parar durante al menos 6 meses el desarrollo de este sistema para dotarlo de una planificación y de una gestión que evite consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad. No hay duda de que, con un buen uso, estos sistemas pueden tener un impacto muy positivo, y ya se están comenzando a implantar en ámbitos cotidianos.
Un ejemplo es el del ayuntamiento de L’Albagés, en Les Garrigues, que, como dábamos cuenta en nuestra edición de ayer, es pionero en su introducción en la gestión local. Ahora bien, a nivel global, no resulta exagerado –ni puede considerarse apocalíptico– aventurar que esta herramienta servirá para concentrar aún más el poder económico, político y social. Quien disponga de la mejor versión se encontrará en una posición dominante, y ello en un contexto de una desigualdad cada vez más escandalosa, como queda reflejado en un reciente informe de Oxfam, que indica que el 1% de la población ha acumulado el doble de riqueza que el resto de la población mundial en los últimos dos años.
Nunca hay que perder la esperanza, pero se antoja utópico esperar que compañías como Microsoft o Google (por poner dos ejemplos) o grandes potencias como EEUU o China prioricen el bien común a su propio beneficio en el desarrollo de la inteligencia artificial.
Un Sant Jordi espléndido
Las previsiones se cumplieron y este ha sido un gran Sant Jordi a nivel literario, con récord de libros vendidos. En Lleida, en el ranking han destacado autores como Pep Coll, Carles Porta y Montse Vendrell, y en el conjunto de Catalunya Eva García Sáenz de Urturi y Gemma Ruiz han encabezado la lista. Es una buena noticia, pero sería todavía mejor si la práctica de comprar libros o solicitarlos en préstamo a la biblioteca, ya sea en formato tradicional o digital, se ampliara a todo el año.