EDITORIAL
Indemnizaciones que no palían las pérdidas
Agroseguro inició ayer la peritación de las pérdidas de los cereales de invierno de secano en el llano de Lleida, en una campaña que será catastrófica a causa de la sequía. La entidad estima que las indemnizaciones que deberá abonar rondarán los 25 millones de euros por las 60.000 hectáreas que están aseguradas en la provincia. En principio, la cantidad que recibirá cada productor debería permitirle cubrir todos los gastos y obtener un pequeño beneficio para que, junto con las ayudas procedentes de la PAC, no se vea obligado a abandonar la agricultura.
Sus ingresos serán en todo caso notablemente menores a los que hubiera logrado en una campaña normal y también hay que tener en cuenta que un 20% de las hectáreas dedicadas al cereal de invierno de secano no están aseguradas, por lo que sus titulares sufrirán graves pérdidas, ya que sus ingresos serán 0 mientras los costes se han disparado y solo dispondrán de la ayuda comunitaria. Así pues, la renta agraria vinculada a los cereales de invierno caerá en picado, con la consiguiente merma de la actividad económica. Además, hay que tener en cuenta que esta situación repercutirá en otros sectores.
Uno es el de los ganaderos, tal como dábamos cuenta en nuestra edición de ayer, pero las industrias agroalimentarias también se verán obligadas a afrontar mayores costes para proveerse de los cereales que se dejarán de producir en Lleida. En suma, un panorama nada halagüeño a la espera de ver cuál es la afectación definitiva de la sequía en la fruta dulce, la almendra, el olivar y los cultivos herbáceos, tanto de secano como de regadío, tras el cierre del Canal d’Urgell y del Segarra-Garrigues. Incluso en la hipótesis más optimista de que haya lluvias suficientes para reabrir estos canales para el regadío en las próximas semanas y que también pueda salvarse la producción de secano, todo hace pensar que las ayudas públicas anunciadas hace unos días por el Gobierno central deberán ser reforzadas para evitar que el sector agrícola de Lleida sufra un golpe muy difícil de asumir.
Un ascenso histórico
El ascenso del Mollerussa a Tercera RFEF treinta años después de que perdiera esta categoría es una muy buena noticia para el fútbol leridano, que llevaba más de una década sin ningún equipo en la última división estatal, y más aún después de que el Lleida haya tenido una trayectoria descendente en los últimos años. Asimismo, corrobora el buen momento del deporte leridano a nivel de equipos como demuestran los éxitos del Llista y del Vila-sana en hockey o la buena trayectoria del Força Lleida en las últimas dos campañas, aunque a nivel de fútbol ahora no haya ninguno cerca de la élite.