La difícil reconversión de comercios en pisos

Ser propietario de un local comercial era una garantía de disponer de una fuente de ingresos fija y, en muchos casos, bastante elevada hasta el estallido de la crisis inmobiliaria hace ya quince años. A partir de entonces, el panorama experimentó un cambio radical, porque al impacto de la crisis económica se le unió el progresivo crecimiento de las compras online, lo que ha provocado la desertización comercial de muchas calles de Lleida ciudad y de otros municipios. Ahora, ser titular de un local puede comportar una carga gravosa, porque hay que pagar los impuestos y las facturas de servicios básicos (a menos que sean dados de baja) y, en cambio, es muy posible que no haya ingresos porque no tiene salida en el mercado.

Ante esta situación, profesionales del sector inmobiliario o arquitectos han propuesto la posibilidad de transformar parte de estos inmuebles en viviendas, porque al margen del beneficio que ello pueda tener para su dueño, serviría para aumentar la oferta de pisos y mejoraría la imagen de las zonas donde abundan los antiguos negocios cerrados. Sin embargo, la realidad es que los condicionantes existentes para poder llevar a cabo este cambio, como la obligatoriedad de que el recinto cuente con una doble ventilación, una altura mínima de 2,5 metros y que la comunidad de vecinos dé su visto bueno a esta reconversión, hacen que muchas veces sea inviable o extremadamente costoso. En Lleida ciudad, tal como damos cuenta en nuestra edición de hoy, en el último año y medio se han concedido 40 licencias para estos proyectos, todos correspondientes a altillos, cuyas características hacen que esta transformación sea más factible.

Por lo que respecta a los ubicados en plantas bajas, todo apunta a que será necesario buscar otras alternativas para intentar reactivar este patrimonio inmobiliario y mejorar la imagen de las calles llenas de persianas bajadas. Lo que no puede plantearse es rebajar los requisitos que garantizan las condiciones mínimas que debe tener cualquier nueva vivienda.

El papel de las CámarasLa Generalitat dio el lunes el pistoletazo de salida al proceso electoral de las Cámaras de Comercio al fijar para entre el 15 y el 20 de septiembre la votación.

En la de Lleida, todo apunta que el actual presidente, Jaume Saltó, optará a la reelección, mientras que su homólogo de la de Tàrrega, Carles Giribet, todavía no se ha decidido. Dejando de lado que finalmente haya una o más candidaturas, es conveniente que tras las elecciones estas instituciones actúen como entes que promuevan actuaciones que dinamicen la economía de Lleida, aprovechando que en sus plenos están representados todos los sectores empresariales de su ámbito geográfico.