EDITORIAL
Con el debate de SEGRE acaba la campaña
Es sabido que los debates electorales no hacen ganar elecciones, pero sí las pueden hacer perder. Por eso, son muchos los políticos en el poder que rehúyen los cara a cara y el sinfín de tertulias a los que son invitados. No ha sido el caso de Lleida en esta campaña, que a diferencia del resto del Estado, que ha tenido en el voto por correo el escándalo de estos 15 días, ha vivido una campaña muy sosegada, contagiada del sentir general de relajamiento político por el que atraviesa Catalunya.
En la capital de Ponent, y como es ya tradición desde hace años, el grupo SEGRE reunió a los principales candidatos a la Paeria. No estaban todos los que concurren, pero todos los que estaban albergan esperanzas de gobernar o ser clave para ello, y pese a llevar muchos días exponiendo propuestas, programas, compromisos y promesas, hicieron el último esfuerzo para captar hasta el último voto, ya que muy pocas papeletas pueden decidir el futuro de esta ciudad. El que actualmente no tiene representación en el ayuntamiento de Lleida, pero que adquirió los derechos de la antigua coalición de Junts y Pdecat, Domènec Vila, hizo un discurso dirigido a los en otro tiempo votantes de CiU, poniendo como primer valor el espíritu empresarial y comercial de los leridanos, su resiliencia y sentido común.
En cuanto al líder del PP, Xavier Palau, fue el más directo, con unos mensajes cortos y contundentes dirigidos a los suyos: seguridad, limpieza, conexión entre barrios, veto al albergue de Pardinyes y apartar la ideologia del quehacer cotidiano de la gestión municipal. Laura Bergés, la número uno del Comú, no aceptó el reto que en ocasiones le lanzaba el PP para buscar la confrontación y se ciñó a explicar su forma de entender por dónde ha de ir la nueva política que su grupo ha intentado implantar en los años en que ha estado en el gobierno tripartito. En cuanto a María Burrel, de Cs, tenía un reto difícil, porque todas las encuestas les dejan fuera de la Paeria, al igual que en el resto de Catalunya, y buena parte de España, pero ella insistió en que su papel puede ser clave para evitar los “extremismos”.
Y por último, los líderes de los tres partidos con mayor representación en 2019 –ERC (7), PSC (7) y Junts (6)– formaron claramente dos bloques. El equipo de Gobierno del alcalde Miquel Pueyo y el teniente de alcalde Toni Postius, explicando los proyectos que Lleida ha desencallado en estos 4 años, desde la estación de autobuses hasta el polígono de Torreblanca-Quatre Pilans, o el plan comercial de la estación que pretenden impulsar, y sin ningún reproche entre ellos, a diferencia de lo que acostumbran ambos partidos en la política catalana. Por su parte, Fèlix Larrosa intentó llevar el debate a un cara a cara con Pueyo, que este no aceptó, y negó todas las mejoras para la ciudad que el alcalde y Postius enumeraron, proponiéndose como alternativa para dirigir la ciudad de Lleida.