EDITORIAL
La ley de la selva nunca es una opción
Cinco agentes de los Mossos resultaron heridos en la madrugada del domingo cuando intentaban impedir el paso a varias personas que querían acceder a una fiesta rave que tiene lugar en torno al embalse de Santa Ana, en el término de Ivars de Noguera. La policía consiguió detener a los ocupantes de un camión que iba hacia el evento musical y que embistió un coche policial pero después otros participantes se enfrentaron a los agentes y uno de los dos detenidos se pudo escapar. De los cinco agentes heridos, cuatro han causado baja y ayer los Mossos montaron un control en los accesos de este encuentro ilegal para impedir que entre más gente y que los que todavía están, un centenar, se marchen sin que se produzcan más incidentes.
Según los Mossos, el viernes en torno a las ocho de la noche localizaron en el puerto de Àger un importante grupo de vehículos, mayoritariamente furgonetas y camiones con matrículas italianas y francesas. La policía descubrió que tenían intención de montar una rave en el Pla de les Bruixes y cuando intentaron impedirlo, los vehículos se marcharon en grupos. El sábado por la noche les localizaron en los alrededores del embalse, en este término municipal de la Noguera.
Esta no es la primera fiesta clandestina e ilegal que se ha celebrado en las comarcas leridanas y aunque todo el mundo tiene derecho a asistir a los conciertos de música electrónica, o del género que sea, y prolongar la fiesta hasta altas horas de la madrugada, no es menos verdad que todos debemos cumplir las normas de utilización del espacio público, de respeto al entorno y por supuesto de las ordenanzas locales o supramunicipales de organización de cualquier evento. La ley de la selva nunca es una opción porque si cada grupo seguidor de una u otra actividad o afición se concentrara a su libre albedrío en campos, bosques, urbanizaciones o municipios sería imposible mantener la convivencia entre los ciudadanos y conciliar sus derechos individuales y colectivos. Apoyo total a los mossos heridos y esperamos que estos aficionados a la música se marchen pacíficamente en aras del bien común.
Mejora en los pantanos
Los pantanos de Oliana y Rialb se acercan a los 90 hectómetros de reservas de agua después del último episodio de lluvias, que comenzó el 22 de mayo. Ambos embalses, que regulan el río Segre y que suministran los riegos del Canal d’Urgell, el Segarra-Garrigues y abastecimientos, tocaron fondo a finales de abril, cuando llegaron a un mínimo de 35,2 hectómetros en Oliana y 21,6 en Rialb. La situación actual no es para abrir compuertas, pero sí abre la esperanza de que, si siguen las precipitaciones, se podrá salvar parte de la campaña de verano.