Una tragedia más tras 16 meses de guerra

Dieciséis meses después de iniciarse la invasión de Ucrania y la guerra con Rusia, el ministro del Interior del país presidido por Volodímir Zelenski informó a través de Twitter de las consecuencias medioambientales de una catástrofe como la que está produciendo la ruptura de la presa de Kakhovka, una de las más grandes de Ucrania y situada a 60 kilómetros de la ciudad de Jerson. “Morirán decenas de miles de toneladas de peces y una biosfera única. Los nidos de millones de pájaros en los humedales a lo largo de la margen izquierda del río se han inundado”, afirman los expertos, que han asegurado, además, que “el canal del norte de Crimea ahora se secará y permanecerá seco durante mucho tiempo y la gente del sur y de Crimea se quedará sin agua potable”.

La presa, de 30 metros de altura y 3,2 km de largo, retiene agua equivalente a la del Gran Lago Salado en el estado estadounidense de Utah. Fue construida en 1956 y su importancia es vital para la región: abastece de agua a la península de Crimea, anexionada a Rusia en 2014, y a la central nuclear de Zaporiyia, también bajo control ruso. Además de este drama medioambiental, miles de ciudadanos están siendo desalojados de sus casas por el ímpetu del agua, lo que añade más dolor y desolación a los ciudadanos de este país que se han quedado en sus casas y afrontan día a día el miedo a la muerte, a la falta de alimentos y a la desazón mental y económica que está provocando a miles de familias.

Por si todo esto fuera poco, la proximidad con la central nuclear más grande de Europa obliga al Organismo Internacional para la Energía Atómica a estudiar cualquier riesgo, que podría ser de incalculabres consecuencias. Y evidentemente, y no menos importante, el impacto sobre la agricultura de la zona será también devastador. Ya hemos reiterado en muchas ocasiones que en esta guerra no habrá ganadores y los ciudadanos ucranianos y rusos serán los grandes perdedores.

Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de la rotura de la presa y nadie asume una tragedia que desgraciadamente no parece tener el final cerca. Los intereses de la OTAN, de la propia Ucrania, la locura de Vladimir Putin y la geopolítica norteamericana se están imponiendo claramente a la diplomacia que Europa tiene la obligación de impulsar, como países ambos que son de Europa y como cuna de la democracia.Personal de hosteleríaLa falta de personal en el sector de la hostelería en Lleida se está convirtiendo en un problema crónico que puede perjudicar y mucho al turismo al alza de las comarcas de Lleida. Faltan sobre todo camareros, esenciales para un buen servicio al cliente.

Hay que buscar soluciones y rápido.