La economía catalana crece

La economía catalana creció un 2,9% interanual en el primer trimestre del año, según las estimaciones del Instituto de Estadística (Idescat). El crecimiento es nueve décimas inferior al experimentado por el conjunto de la economía española (3,8%), pero un punto y nueve décimas superior a la media de la UE. El tirón de la economía catalana se explica principalmente por la buena evolución del comercio exterior, ya que las exportaciones totales al extranjero crecieron un 15,5% interanual, por un 8,7% de las importaciones.

En cuanto a la demanda interna, aumentó un 0,8%, respaldada por el consumo de los hogares, que repuntó un 1,4%, mientras que la tasa de variación del consumo de las administraciones permaneció estable y la de la formación bruta del capital aumentó un leve 0,2%. En comparación con el trimestre anterior, la economía catalana creció un 1,1%, seis décimas por encima de la media española, que registró un avance del 0,5%, y un punto más que la tasa intertrimestral media de la UE, que fue del 0,1%. Estas buenas cifras coinciden con las sensaciones del empresariado en la Trobada al Pirineu en La Seu, donde precisamente el potencial y la innovación han sido ampliamente mencionados por todos los ponentes.

En cuanto a la situación concreta de Lleida y el Pirineo, la mayoría de expertos coinciden en las oportunidades que ofrece Ponent, a medio camino entre Barcelona, Tarragona y Zaragoza y con línea directa de salida a Francia, pero su déficit de infraestructuras es un talón de Aquiles que hay que solucionar. No es de recibo la situación de las líneas férreas convencionales, que por su mala gestión y funcionamiento impiden sinergias de personas y mercancías con garantías. Como tampoco es aceptable la poca inversión en el Eix Pirinenc, prometida desde que Josep Borrell era ministro de Obras Públicas (1991-1996), o la situación lamentable del tramo final de la N-230 en la Alta Ribagorça y Aran.

El ministro catalán Miquel Iceta centró su mensaje en el 23-J, afirmando que para asegurar el crecimiento actual hay que evitar la victoria de la derecha y la extrema derecha.

En la justa medidaEs evidente que llevamos años de sequía hídrica y que la situación ha sido extremadamente grave para los cereales de primavera, cuya cosecha se ha perdido. Es cierto también, y lo hemos repetido hasta la saciedad, que hay que optimizar, modernizar y digitalizar el agua hasta la última gota, pero las últimas lluvias han aliviado mucho la situación y aunque no baste para asegurar todos los cultivos hasta septiembre, sí debería ser suficiente para las producciones de verano.

Ni la relajación de enero y febrero ni el alarmismo de ahora están en la justa medida.