EDITORIAL
Incorporando la Inteligencia Artificial
Nos pongamos como nos pongamos, la Inteligencia Artificial (IA) ha venido para quedarse y, como reza el dicho, si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. Hace solo unos años y en muchas ocasiones gracias a la ciencia ficción, imaginábamos un futuro más o menos cercano con robots que nos evitarían muchas tareas, coches voladores y artilugios de toda índole para hacernos la vida más fácil. No ha sido exactamente así pero poco a poco hemos ido incorporando a nuestro día a día tecnología que hace solo unas décadas era totalmente impensable.
Valga como ejemplo los smartphones, unos “aparatos” que desde finales de los años 90 suplieron al teléfono fijo a una velocidad inusitada y sin los cuales ahora no sabríamos pasar, como ocurre también con los ordenadores. Pero volviendo al principio, la IA no ha llegado en forma de robots ni nada parecido sino en forma de herramientas digitales que pueden suplir a los humanos, en algunos casos ya ocurre en muchos empleos, pongamos el caso de operadores de telefonía o bien profesores de lenguas. Ante este panorama, la Universitat de Lleida y algunos institutos ya se plantean incorporar estas innovaciones en la docencia porque es mejor aliarse a la IA que luchar contra ella, porque sería una batalla perdida.
En este sentido y según explicábamos en la edición de ayer, existen sospechas de que más de un alumno ha utilizado el ya famoso ChatGPT para redactar trabajos, con un resultado más que satisfactorio, por lo que el profesorado propone utilizarla como instrumento pedagógico y de apoyo a la docencia, evitando así su mal uso. Intentar prohibir este tipo de innovaciones, a parte de absurdo, sería como poner puertas al campo y, por lo tanto, lo necesario sería una regulación coherente por parte de las administraciones y, por supuesto, utilizar el sentido común por parte de todos. Solo así podremos beneficiarnos de estos avances que, de momento, son ya bien visibles en el campo de la creación pero que deben servir para mejorar muchos otros sectores de la sociedad.
En la carretera sin carnetLos Mossos d’Esquadra han denunciado los tres primeros meses del año a un total de 157 conductores que circulaban sin carnet, de los cuales 69 nunca habían obtenido la licencia para conducir. Son cifras escalofriantes puesto que estas personas, muchas de las cuales carecen de la formación mínima para ponerse frente al volante, suponen un grave peligro para el resto de viajeros, al igual que para ellos mismos. Las sanciones para este tipo de personas desaprensivas deberían ser ejemplarizantes y más cuando los accidentes de circulación, así como el número de víctimas en la carretera, van al alza.