EDITORIAL
El drama del Mediterráneo
Tras el habitual e ineficaz ejercicio de rasgarse las vestiduras, instituciones internacionales y ONG vinculadas al rescate marítimo de inmigrantes analizaban ayer la que ya ha sido bautizada como la mayor tragedia migratoria en el Mediterráneo. En la embarcación que naufragó el miércoles frente a la costa de Grecia viajaban más de 750 personas. La cifra oficial de fallecidos era ayer de 78 y los rescatados apenas alcanzaban el centenar.
Como siempre en este tipo de embarcaciones de la muerte, los migrantes llenaban todos los espacios disponibles de un maltrecho pesquero azul, a mitad de camino entre Libia e Italia, cuando su motor se paró durante la noche. La embarcación se tambaleó de forma brusca, se inundó y naufragó. Menos de 15 minutos después, se hundió en uno de los puntos más profundos del mar Mediterráneo, ante la costa de Grecia, y se repite la historia de nunca acabar.
Debates, palabras, condolencias fingidas e hipócritas para un problema al que Europa ha dado la espalda hace días y para el que muchos países democráticos pagan a terceros pera evitar mancharse las manos con esta fotografías de muertos que sonrojan a la gente de bien, pero que desgraciadamente ni inmutan a la oligarquía política. La realidad se puede disfrazar de muchas maneras y es evidente que la llegada de estas personas debe tener un control, unos permisos, una integración, techo, comida y medios de vida, pero no son “inmigrantes”, son náufragos a los que el derecho internacional obliga a atender y dar puerto seguro. Mientras el mundo occidental esquive esta realidad y no afronte el origen de la misma para dar soluciones de verdad, los populismos seguirán utilizando a estas personas como excusa para sus discursos de odio y xenofobia.
Es evidente que la candidatura que ganó las elecciones en Ripoll se equivoca en las recetas racistas con las que aborda la problemática migratoria de su municipio, al igual que hace Vox, ya que ambos convierten en general idiosincrasias concretas, lo que a todas luces es demagógico e injusto, pero también deben reflexionar todos los partidos democráticos y socialmente más progresistas sobre el papel que está jugando Europa en este drama reiterado que solo capta nuestra atención justo los dos días que llenan los informativos y las páginas de los periódicos.
Residencias
Más querellas contra los responsables de la Fundación Fiella de Tremp que se ocupaba de la residencia geriátrica donde en 2020 hubo un brote de Covid-19 que acabó con la vida de 64 de los 142 residentes, en una retahíla de irregularidades que están todavía en proceso de instrucción en el juzgado de Tremp, pero que no pueden quedar impunes.