El coste de la chapuza en las oposiciones

“La feina ben feta no té fronteres, la feina mal feta no té futur.” Este es un eslogan que la Generalitat lanzó a finales de los años 80 y que, si a su segunda parte se le añade que además cuesta dinero, sirve para reflejar perfectamente lo que ha sido la chapuza de las oposiciones convocadas dentro del proceso de estabilización del personal de la administración autonómica. El pasado 29 de abril, un total de 13.581 personas, 1.634 de ellas en Lleida, estaban convocadas a los exámenes para optar a 1.825 plazas de diferentes cuerpos y departamentos de la Generalitat, pero la jornada estuvo marcada por el caos organizativo, que comportó múltiples incidencias como por ejemplo presencia de móviles en las aulas, falta de espacio, control más que laxo de la identificación de cada uno de los presentados, falta de modelos de algunos exámenes o inicio de estos en algunas sedes cuando los que estaban en otras ya habían acabado. Así que finalmente el Govern optó por repetirlas en dos tandas.

Una ayer para cuerpos de agentes rurales, ejecución penal y laborales transversales, con 3.648 aspirantes para 477 puestos, y la otra el próximo sábado, para 1.344 plazas de funcionarios de decenas de departamentos que cuentan con 9.886 candidatos. La logística de estas oposiciones debía costar 1,4 millones de euros, que es el importe del contrato que el Govern formalizó con la empresa Cegos para que se encargara de ella. Ahora, el Executiu quiere recuperar gran parte de este dinero reclamando a la empresa al menos un millón como indemnización por lo sucedido, tras haberle rescindido el contrato.

Habrá que ver cómo acaba este proceso, que con toda probabilidad será objeto de litigio. Mientras, el operativo de estos dos sábados, que la administración afronta con personal propio, cuesta unos 900.000 euros, a los que hay que añadir 1,2 millones por la indemnización de 90 euros a cada uno de los inscritos en las pruebas. El Govern justificó en su día que hubiera contratado a una empresa externa por la complejidad de las pruebas.

Cierto es que son muchas, pero ayer también se celebraban oposiciones para docentes que no lograron la plaza en el concurso de méritos previo y estaban convocados más de 36.000, casi el triple que en las otras, y no se ha planteado su externalización, ni tampoco en las que Educación ha celebrado en años anteriores, en las que el número de aspirantes ha superado de largo los 10.000.

Cada vez más plagasEl cambio climático no solo provoca episodios meteorológicos cada vez más extremos, sino que al incrementarse la temperatura media y disminuir los periodos de frío intenso, también aumenta la duración y la magnitud y el número de las plagas de insectos.