EDITORIAL
Radiografía del catalán
El 95% de los habitantes de Catalunya, la Comunitat Valenciana y las Illes Balears afirman que hablan bien el castellano, mientras que el porcentaje baja hasta solo un 65,1% entre los que aseguran que hablan bien el catalán, según la última edición del InformeCAT de la Plataforma per la Llengua sobre el estado del catalán. Cabe remarcar que los encuestados solo tenían tres opciones de respuesta: no hablan “nada” la llengua, la hablan “con dificultad” o, en tercer lugar, “bien”. Según el estudio, la diferencia entre los dos idiomas se explica “por la imposición legal del castellano a todos los ciudadanos y por la tendencia de muchos catalanoparlantes a cambiar al castellano”.
Además, la Plataforma considera que el hecho de que la Constitución y la legislación que regula el acceso a la ciudadanía española hagan obligatorio el conocimiento del castellano, así como algunas leyes y trámites, “contribuye a aumentar la percepción de utilidad del castellano y tiende a redundar el catalán”. En cuanto a cambiar del catalán al castellano, se advierte que “reduce las posibilidades que tienen los recién llegados de oír la lengua y llegar a dominarla” y, según la plataforma, esto hace más difícil que estas personas puedan expresarse en catalán. Por otro lado, el informe afirma que existe una mayoría de habitantes de estos tres territorios que consideran que los funcionarios del Estado que atienden al público deberían saber catalán: el 88,7% en Catalunya, el 81,8% en las zonas catalanoparlantes de la Comunitat Valenciana, y el 67,6% en las Illes Balears.
Otros datos son aún más preocupantes ya que, por ejemplo, el catalán es la lengua habitual de “solo el 5,1% de los jóvenes de Nou Barris” y no llega al 50% en ninguno de los distritos de Barcelona. También se alerta de que “solo el 1,8% de los alumnos norcatalanes pueden hacer inmersión lingüística en catalán; que los juzgados de Catalunya incumplen la ley y desatienden un 81,3% de las peticiones que piden la documentación en catalán”; y que casi el 45% de los catalanoparlantes de Catalunya no utilizan su lengua propia para realizar búsquedas en Google o YouTube, por ejemplo. El resumen, tal y como coinciden en señalar los responsables de Plataforma per la Llengua, es que la situación es “compleja” y el futuro se presenta incierto, especialmente en Valencia y Baleares con los pactos del PP con Vox en los respectivos gobiernos y su fijación en relegar la lengua propia, como si ser políglota fuera una amenaza y no una gran ventaja para el desarrollo personal.
También, entre todos, debemos poner freno a los anglicismos, cada vez más presentes en todos los ámbitos de las interacciones sociales. El futuro de nuestra lengua depende, por un lado, de la actitud política pero en gran parte también de nuestra forma de actuar.