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Invertir en seguridad privada, que las verbenas y conciertos no se alarguen hasta las siete de la mañana y que los bares no se mantengan abiertos a esas horas. Estos son tres de los consejos de los Mossos d’Esquadra a los ayuntamientos de las comarcas de Lleida que estas próximas semanas celebran sus fiestas mayores. El objetivo es evitar altercados como el que hubo el domingo por la mañana en Puigverd de Lleida, del que informó SEGRE.

El inspector Xavier Ribelles, jefe del Área Básica Policial (ABP) Segrià-Pla-Garrigues, afirmó el miércoles que la batalla campal de Puigverd “nos sorprendió y hay que trabajar para evitar que se repita”. El inspector lo valoró tras participar en la Junta Local de Seguridad de la ciudad de Lleida correspondiente al primer semestre del año 2023. Ribelles hizo hincapié en aquellas localidades que no tienen Policía Local: “Lo de destinar dinero a seguridad privada no es un gasto, es una inversión”.

Sobre el avance del horario de cierre de verbenas y conciertos, Ribelles aseguró que “las siete y las ocho de la mañana son horas críticas por el perfil de personas que quedan [la batalla campal del domingo se produjo a esa hora] y por la llegada al pueblo de personas desde Lleida ciudad por el cierre de locales de ocio nocturno y se generan conflictos”. Añadió que “el cierre de los bares también debería ser previo a la finalización de conciertos”. Así, explicó que “en Puigverd finalizaron la verbena a las siete de la mañana y un grupo de personas que quería continuar la fiesta fue a una terraza de un bar que estaba todavía abierto y allí se generó el conflicto”.

El balance fue de siete personas heridas, una por arma blanca, un detenido y ocho identificados. Cabe recordar que los Mossos hallaron navajas, cuchillos de cocina y hasta un hacha. El inspector Ribelles tiene razón cuando dice que las altas horas de la madrugada y el alcohol son abono para las trifulcas festivas, pero trasladar toda la responsabilidad del orden público a los ayuntamientos pequeños no es la solución idónea.

Las fiestas populares son un punto de encuentro y de diversión histórico de las comarcas de Lleida en verano y más en tiempos en que discotecas y pubs escasean, y si bien algunos consistorios ya hace años que contratan vigilancia privada como complemento al control policial, corresponde a los Mossos y a agentes locales garantizar la seguridad de los vecinos. Y si bien es cierto que no hay mossos suficientes para tener una patrulla en cada municipio en fiestas y que solo las capitales de comarca y pueblos grandes disponen de policía local, también lo es que del mismo modo que su presencia es habitual en los partidos de fútbol de alto riesgo o en cualquier evento que reúne a centenares de personas, las fiestas mayores requieren de agentes autorizados y especializados para evitar trifulcas de personas descontroladas que perturban el bienestar del resto de ciudadanos.

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