EDITORIAL
Medidas ante el calentamiento global
A medida que el planeta se calienta debido a los gases de efecto invernadero, las víctimas asociadas a esta crisis climática aumentan. El calor extremo registrado en Europa en el verano pasado, el más cálido en este continente desde al menos 1880, está detrás de 61.672 muertes prematuras en 35 países europeos, según un estudio que publicó la revista Nature Medicine. Se trata de un 41% más de fallecimientos atribuidos a las altas temperaturas de media que en los veranos del periodo comprendido entre 2015 y 2022.
Y, aunque se ha avanzado en adaptación a los impactos del calentamiento global, los autores de la investigación remarcan que estos datos obligan a las autoridades de la UE a aumentar la ambición y la efectividad de los planes de prevención y adaptación al calor con urgencia. Porque el calentamiento no va a remitir, sino que las previsiones de los científicos son de que irá a más. De momento, el pasado julio ya fue el más caluroso de la historia y, por la realidad que tanto en Lleida como en el resto de Europa estamos viviendo estos días, las cifras confirmarán este cambio urgente de algunos de nuestros usos y costumbres para adaptarnos al calor.
El Gobierno español ya dictó medidas para adecuar horarios laborales de trabajo al aire libre al termómetro y la Generalitat ha prohibido esta semana cualquier actividad que pueda aumentar el riesgo de golpes de calor y de incendios, dado que la sequía y la falta de humedad complican también la biodiversidad ambiental, pero será necesaria una hoja de ruta más concreta y hay que diseñarla con premura.
Dimisión o destituciónDesde el primer minuto que observamos las imágenes del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, teniendo un comportamiento machista y carente de la educación que requiere un alto representante del deporte en la final de la Copa del Mundo de fútbol, pedimos la dimisión o destitución de este personaje. Por las formas, desde el beso no consentido a Jenni Hermoso a ponerse la mano en los genitales al ganar el partido, como supuesta exhibición de una hombría mal entendida o por pretender empatizar con el resto de jugadoras de La Roja con una efusividad improcedente y sexista, pero también por los fondos.
Así, las jugadoras de fútbol tuvieron que ir a una huelga para que se les aceptara el mínimo sueldo de 16.000 euros al año, a lo que podríamos añadir la final de la Copa de la Reina y la falta de representación institucional o el conflicto de las 15 contra el actual entrenador, que no supo resolver sin relegar a jugadoras top como Mapi León o Patri Guijarro. La FIFA ya le ha abierto expediente y solo cabe apartarle del cargo.