EDITORIAL
Faltan puntos de recarga para coches eléctricos
La apuesta de los fabricantes por el coche eléctrico es cada vez más importante y los conductores también muestran un interés creciente por estos vehículos. Este 2023 se han presentado múltiples novedades de automóviles cero emisiones que cuentan con una autonomía homologada cada vez más extensa. Pero hay un problema; la cifra de puntos de recarga de acceso público es totalmente insuficiente y ya ha provocado la ralentización de las ventas.
Resulta evidente que el panorama actual no es el más idóneo para viajar con tranquilidad con un coche eléctrico. El motivo principal es la ansiedad que genera comprobar que la autonomía del vehículo decrece cuando viajamos, sin la certeza total de encontrar un punto de recarga disponible cuando lo necesitamos. No se puede generalizar sobre cómo puede afectar a cada conductor la incertidumbre de no disponer de tantos puntos de recarga como de estaciones de servicio donde repostar gasolina o gasóleo, pero las probabilidades de que nuestro viaje se vea afectado por eventuales dificultades para recargar son todavía elevadas y lastran ventas.
Los propietarios o usuarios de un eléctrico pueden tener puntos de recarga en su domicilio, en su lugar de trabajo o incluso en ambos lugares, y hoy por hoy es la única manera de viajar sin sorpresas, porque las recargas públicas son tanto en Lleida como en el resto de Catalunya y España escasas. Así, Lleida dispone actualmente de 250 electrolineras en funcionamiento, casi un 50% más que la media española en cuanto a densidad de población y un 50% menos que la media Europea, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Según la misma asociación, el objetivo es que Lleida alcance los 820 puntos de recarga al cierre de 2025 y los 5.901 en 2035, una cifra que multiplicaría varias veces la envergadura de la infraestructura eléctrica actual y que supondría una demanda de energía mucho mayor.
Por otra parte, la concentración de las electrolineras en las comarcas leridanas no responde a criterios de densidad de población. Las del Pirineo, que son las zonas menos pobladas, son las que más estaciones eléctricas concentran, con la Val d’Aran en cabeza. Esto es debido a que estas zonas son también las que reciben más turistas que precisan de este servicio.
En cuanto a la normativa, que obliga a instalar puntos de carga en espacios de acceso público dependiendo de su número de plazas de aparcamiento, así como en estaciones de servicio según los litros de combustible que vendan, se está aplicando con retraso y en España hay más de 800 estaciones de servicio que no disponen de recargas, lo que las petrolíferas achacan a que no han podido hacer las obras por falta de permisos administrativos. En definitiva, no se puede avanzar en vehículos de emisiones cero si no se da facilidades a los consumidores para su uso.