EDITORIAL
La hoja de ruta de Sánchez
El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, hizo ayer un debate más tranquilo y sosegado de lo que invitaba la violencia política y callejera atizada por la extrema derecha y consentida por la derecha. Y precisamente con estas manifestaciones que desde hace ya más de diez días han tomado Madrid, en protesta por los acuerdos a los que ha llegado para formar gobierno, especialmente la ley de amnistía, comenzó su discurso con estas palabras: “Estos días hemos escuchado a miles de ciudadanos expresarse libre y legítimamente en protestas convocadas tanto por el PP como por Vox. A todos quienes han ejercido este derecho de modo pacífico quiero trasladarles mi respeto y mi reconocimiento porque han ejercido un derecho constitucional de participación política que emana de nuestra Constitución.” Tras este primer mensaje llegaron muchos otros en la hora y cuarenta y cinco minutos que duró su intervención, donde repasó las decisiones económicas, sociales y políticas y sus logros, haciendo especial incidencia en la igualdad entre hombres y mujeres, la protección del colectivo LGTBI, el amparo a los más necesitados y migrantes, así como a las clases populares con la subida del salario mínimo interprofesional. En esta línea, anunció más ayudas en IVA, dependencia, transporte y a todos los sectores vulnerables. Además, hizo un resumen del panorama politicosocial en las comunidades en las que gobierna el PP con Vox, enumerando retrocesos de derechos que costaron mucho conseguir y advirtiendo que, si gobernara en España este mismo binomio de derechas, el peligro se extendería a todo el Estado. No fue hasta el final de su discurso que dedicó veinte minutos a la ley de amnistía para los encausados por el procés. “Nosotros apostamos por el diálogo y el perdón”, dijo, señalando que a la derecha no le importa la amnistía, sino que “no acepta el resultado de las elecciones del 23-J”. La hoja de ruta de Pedro Sánchez está clara, seguir desinflamando durante la próxima legislatura el conflicto político en y con Catalunya y “avanzar hacia la senda del reencuentro”. “En nombre de España, en el interés de España y en defensa de la concordia entre españoles, vamos a conceder una amnistía a las personas encausadas por el procés”, subrayó. Y del éxito de este pacto con una mayoría de diputados y votos de los ciudadanos españoles (el sí a la investidura de Sánchez tiene 1,5 millones de votos más que la derecha y extrema derecha) depende que el Estado español pueda iniciar una segunda transición que le convierta en un estado moderno, que dé estabilidad política y económica y que, sin vencedores ni vencidos, haga posible que la negociación y el diálogo marquen las relaciones entre ideologías, culturas y objetivos distintos. En eso consiste la democracia, en votar y aceptar el resultado de las urnas y mayorías parlamentarias.