Un debate abierto y doloroso

Históricamente, los medios de comunicación hemos silenciado el suicidio. Se consideraba que informar sobre estas muertes podía provocar el llamado efecto Werther o, lo que es lo mismo: las noticias sobre suicidas podían incitar a otras personas a acabar con su vida. En los últimos años, sin embargo, los expertos se muestran más partidarios de normalizar el tratamiento del suicidio. En 2016 el Consell de l’Audiovisual de Catalunya publicó unas recomendaciones en las que aseguraba que, por nuestra influencia en la opinión pública, los medios de comunicación podemos ser una herramienta útil para romper “el tabú y la estigmatización que se crean tanto por lo que respecta a la persona que muere como en relación con sus familiares y entorno, así como para combatir estereotipos”. Desde esta perspectiva, la cobertura responsable de una noticia puede llegar a tener un efecto preventivo, el llamado efecto Papageno, en honor al personaje homónimo de La flauta mágica de Mozart, al que tres niños disuadieron de acabar con su vida mostrándole alternativas. Las cifras son contundentes. En el primer semestre de 2023 se registraron más muertes por suicidio (18) que por accidentes de tráfico (14) en las comarcas de Lleida. En 2022, último año del que se tienen datos con el ejercicio cerrado, la tendencia no variaba: 29 personas se quitaron la vida en la demarcación de Lleida y 27 fallecieron en las carreteras de la provincia. El debate está servido. La Generalitat puso en marcha a mediados de diciembre la campaña No els deixem caure en el pou del suïcidi, para promover la detección de las conductas suicidas por parte del entorno de las posibles víctimas. Y, para ello, el psiquiatra Àngel Pedra y el psicólogo Xavier Amat coinciden en que hay que visibilizar el suicidio. Eso sí, evitando el sensacionalismo, por lo que nuestra prudencia debe ser extrema, especialmente cuando las víctimas son menores de edad. Hoy damos la palabra a los expertos, que recomiendan estar atentos a signos de alarma, como cambios de actitud, aislamiento o la manifestación del deseo de morir, sobre todo en el caso de adolescentes. Es responsabilidad de todos revertir unas cifras ciertamente alarmantes. Diez años de un despropósitoLa reforma local impulsada por el ministro Cristóbal Montoro (PP), que entró en vigor el 31 de diciembre de 2013, levanta ampollas entre los alcaldes tras diez años en vigor, nueve recursos de inconstitucionalidad y un conflicto en defensa de la autonomía local planteado por 2.939 municipios del Estado. Para muchos ediles de las comarcas de Lleida la reforma ha supuesto un ataque frontal a la autonomía municipal. Un fracaso