EDITORIAL
Los ricos son más ricos
Trece mil propietarios poseen la cuarta parte de los bienes inmuebles registrados en las comarcas de Lleida. Son personas físicas y empresas que tienen seis o más propiedades a su nombre, el doble que en 2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. La evolución del mercado inmobiliario tras la gran crisis de 2008 favoreció que las entidades bancarias y los fondos de inversión se hicieran con la titularidad de un gran número de pisos en la provincia de Lleida y, en paralelo, ha habido una progresiva concentración de la propiedad en manos de particulares y empresas. Así lo indican los datos de la dirección general del Catastro. En 2007 había un total de 6.313 personas físicas o jurídicas que eran titulares de seis inmuebles o más. En 2023, este número se había más que duplicado, hasta los 12.897, y de estos propietarios, 10.090 tenían entre 6 y 10 bienes inmuebles a su nombre; 2.318 eran dueños de entre 11 y 25; otros 327, de entre 26 y 50; y los 162 restantes tenían más de 50. A través del Catastro también se puede constatar que la mayoría de estos propietarios son particulares, en concreto alrededor de un 80%, frente al 20% de personas jurídicas. En las comarcas de Lleida, el Catastro tiene censados un total de 413.275 bienes inmuebles urbanos distribuidos entre 278.383 titulares. La propiedad de bienes rústicos también ha tendido a la concentración. Así, en 2007, los propietarios que poseían 6 bienes rústicos o más eran 22.803, la cuarta parte del total de titulares. El pasado año, esta cifra había aumentado hasta los 26.302 en las comarcas de Lleida. El gran crack de 2008 ha terminado por acentuar más las diferencias sociales y los ricos son más ricos ahora y los pobres, más pobres, en especial después de que la crisis derivada de la pandemia se solapara a la económica y se cebara con la clase media, que no ha dejado de perder poder adquisitivo. Unas desigualdades que tensionan en exceso la sociedad. Que menos de trece mil personas sean las propietarias de la cuarta parte del parque inmobiliario registrado en las comarcas de Lleida invita a la reflexión. Mascarillas y sentido comúnDespués de más de tres años de pandemia parece que poco hemos aprendido y de nuevo tienen que ser las autoridades sanitarias las que nos obliguen, a partir de hoy, a hacer uso de la mascarilla en los centros sanitarios, totalmente desbordados por los contagios de virus respiratorios como los de la gripe y la covid. Es de sentido común protegerse y proteger a los más vulnerables. Del mismo modo que sabemos que hay que ventilar, debemos lavarnos las manos a menudo y tenemos que estornudar en el codo para evitar propagar enfermedades. Puro sentido común