Un esfuerzo que vale la pena
Al menos 97 municipios de Lleida, cuatro de cada diez, cerrarán bajo llave sus contenedores de basura. Los vecinos de estas localidades deberán identificarse con una tarjeta, un llavero personal o una app para teléfonos móviles para poder abrirlos. Este sistema pretende aumentar la recogida selectiva y reducir los costes millonarios de verter residuos sin separarlos. Esta modalidad se ha disparado en los últimos meses en las comarcas leridanas, hasta el punto de que las poblaciones donde está previsto implantarla superan ya a las 92 que ya aplican o prevén adoptar la recogida puerta a puerta. La Mancomunitat d’Escombraries de l’Urgellet prueba desde esta semana en La Seu contenedores bajo llave para residuos orgánicos y no reciclables (fracción resto). Es el primer paso antes de desplegarlos en otros 10 municipios del norte del Alt Urgell. Por su parte, la Mancomunitat Gestió de Residus Meridional pretende instalarlos en las 8 localidades del sur. Esperan hacerlo cuando entre en servicio la nueva concesionaria, que recogerá los residuos de toda la comarca. También los consells del Segrià, la Noguera, el Solsonès y la Cerdanya, así como el Conselh d’Aran, han anunciado en los últimos meses su intención de aplicar este sistema, si bien con importantes diferencias entre territorios. La Noguera espera cerrar con llave todos los contenedores, salvo los de vidrio. Lo hará en todos los municipios, salvo Balaguer, donde el presupuesto de la Paeria incluye una partida para comprarlos. En el Segrià, el consell reunió el martes a representantes de los 15 pueblos que recogen la basura con islas de contenedores para explicar que los de basura orgánica, fracción resto y envases se abrirán con llaves electrónicas. El ente comarcal sacará a concurso este año esta nueva recogida de residuos en Aitona, Albatàrrec, Alcanó, Alcoletge, Alfés, Almacelles, Alpicat, Benavent, Gimenells, Rosselló, Torre-serona, Torrefarrera, Torres de Segre, Vilanova de la Barca y Vilanova de Segrià. Un caso diferente es el del Solsonès, donde el consell ha optado por este sistema tras descartar la recogida puerta a puerta. Vivimos momento de extremar las medidas para cuidar nuestro entorno y, del mismo modo que estos días apoyamos el mantenimiento de las pequeñas explotaciones agrarias y ganaderas de Lleida y el Pirineo como un instrumento imprescindible para asentar a la población en el territorio, evitar la despoblación y mantener el sector primario, eje de nuestro histórico progreso, debemos también extremar la eliminación de residuos, por higiene medioambiental, para ahorrar materias primas, energía, agua y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, estas modalidades crean puestos de trabajo y refuerzan el tejido industrial, básico también para completar la economía leridana, que ha de saber converger tradición con innovación y modernidad. Un esfuerzo que nos favorece a todos.