Hay que reforzar la base del sistema educativo
Fomentar que los alumnos escriban a mano y sesiones de lectura, comprensión oral y de cálculo a diario. Estas son algunas de las propuestas que la Associació de Directius d’Educació de les Terres de Lleida ha remitido al grupo de expertos creado por el departamento de Educación para aplicar medidas de mejora del nivel de la enseñanza, después de los más que malos resultados de los estudiantes de ESO catalanes en el último informe PISA. De alguna manera, los directores de Lleida apuestan por reforzar lo que debe ser la base del sistema educativo: saber leer, entender lo que se lee, saber escribir y dominar las principales operaciones matemáticas. Son actuaciones de sentido común y lo que llama la atención es que ahora haya que reivindicarlas porque han quedado en segundo plano en el día a día del sistema educativo. Y es que en los últimos años, los responsables políticos han priorizado otras cuestiones como la innovación metodológica o la incorporación de las últimas tecnologías en las aulas. Está claro que la enseñanza debe adaptarse a los tiempos que corren y que el sistema de aprendizaje no puede ser el mismo que hace décadas, pero muchas veces da la sensación que se ha dado prioridad a innovar por innovar y a primar que los niños estén contentos en la escuela antes que a hacerles entender que para aprender es necesario esforzarse. El resultado de ello es que el nivel de lectura, ortografía, comprensión oral y cálculo han ido a la baja, un proceso con el que buena parte de la sociedad se ha mostrado comprensiva con el argumento de que no importa que los alumnos hagan faltas, no lean demasiado bien o no sepan hacer una división, porque en internet –y ahora todavía más con la inteligencia artificial– encontrarán respuestas para todo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que sin entender lo que se lee o sin conocer el funcionamiento básico de las matemáticas, sirve de poco tener un gran campo de conocimientos al alcance y lo que se hace es crear una masa cada vez más acrítica y susceptible de ser manipulada, objetivo que, por otra parte, seguro que es del gusto de la mayoría de poderes fácticos. Espaldarazo a FeijóoEl PP ha revalidado de forma cómoda su mayoría absoluta en Galicia, lo que supone un espaldarazo a su líder, Alberto Núñez Feijóo, que estaba en serio riesgo de quedar más que en entredicho si su partido perdía la comunidad que él presidía antes de dar el salto a Madrid. Finalmente, la alternativa de izquierdas ha quedado lejos de su objetivo por el batacazo socialista, que ha cosechado el peor resultado de su historia y ha convertido en insuficiente la fuerte subida de los nacionalistas del BNG, que ahora pasan a ser el principal rival de los populares