Un plan muy amplio a la espera de su concreción

El equipo de gobierno del ayuntamiento de Lleida presentó el miércoles el Plan de Actuación Municipal hasta 2030, en el que prevé un total de 231 acciones. Como suele suceder cuando se hacen públicos programas de estas características, la música suena bien. Está claro que el Barri Antic, la Mariola, Magraners y el Clot son en este momento los barrios que necesitan una mayor atención para intentar revertir su degradación, o que proyectos como el del polígono industrial de Torreblanca son prioritarios para la ciudad. También hay otras cuestiones que deben resolverse forzosamente en este periodo, como la del modelo de recogida de la basura, porque está vinculado a la nueva concesión del servicio, que saldrá a concurso en los próximos meses. Ahora bien, una cosa es enunciar un listado de proyectos y otra hacerlos efectivos y conseguir que cumplan con los objetivos fijados. Por lo que respecta al Barri Antic, la apuesta es atraer a jóvenes facilitando una incubadora de proyectos, revitalizarlo a nivel comercial, potenciar su valor histórico y patrimonial e impulsar los usos residenciales tanto con la construcción de nuevas viviendas como con la rehabilitación de edificios antiguos. Salvo la primera, el resto son actuaciones similares a las anunciadas en los diferentes planes especiales que se han ejecutado desde principios de la década de los ochenta en esta zona, con una inversión de decenas de millones de euros y, a pesar de ello, se ha seguido degradando. Y lo mismo sucede con la Mariola, que fue objeto de un plan de barrios financiado por la Generalitat en la primera década de este siglo. Son dos ejemplos de las dificultades que hay para pasar de las palabras a los hechos, por lo que será necesario que esta vez el éxito sea mayor. La Paeria también deberá recabar el apoyo presupuestario de la Generalitat –en especial– y del Gobierno central para varios proyectos, por lo que la viabilidad de estos dependerá de los recursos que pueda captar. Es evidente que el tiempo dará y quitará razones y se verá si se cumplen las previsiones del gobierno –el alcalde dijo que esperan generar una inversión inducida de 1.400 millones hasta 2030– o, en cambio, tienen razón los grupos de la oposición como el PP y ERC cuando sostienen que en este plan hay mucho humo. Eso sí, el PSC ha conseguido salvar de entrada una de las principales dificultades para poder empezar a desarrollar las actuaciones que considere prioritarias, teniendo en cuenta que gobierna en minoría, con solo 9 de los 14 concejales que suman la mayoría absoluta. Y es que el grupo de Junts, con 5 ediles, dio ayer su respaldo a este plan destacando que incluye todos los acuerdos alcanzados para aprobar el presupuesto y anunció que seguirá trabajando de “forma colaborativa”. Una muestra más de que la sintonía entre el PSC y Junts es mayor que la que mostraban en el anterior mandato los partidos que compartían gobierno.