Quien con niños se acuesta...
La Audiencia Nacional está investigando el llamado caso Koldo, sobre el cobro de comisiones y adjudicaciones públicas para adquirir mascarillas en lo peor de la pandemia. Una trama que salpica al exministro José Luis Ábalos por cuando él dirigía el Ministerio de Transportes y nombró como asesor a su exchófer, Koldo García, uno de los cerebros de la red, al que situó también como consejero de Puertos del Estado y de Renfe. En dichas administraciones se cerraron contratos de emergencia para la adquisición de mascarillas durante la pandemia del ministerio de Ábalos, pero también en Interior, Sanidad y los gobiernos balear y canario. En total, más de 54 millones de euros de dinero público que supuestamente dejó a la trama unas ganancias de casi 17 millones de euros, según la investigación preliminar realizada por Anticorrupción. El juez Ismael Moreno indaga delitos de organización criminal, blanqueo, cohecho y tráfico de influencias. Son siete los investigados, aunque llegaron a ser detenidas 20 personas: Koldo García Izaguirre, exasesor de Ábalos, considerado por los investigadores como “el conseguidor”, debido a que tenía vía directa con los funcionarios que gestionaron los contratos; Juan Carlos Cueto, al que se considera verdadero cerebro de la trama; Víctor Gonzalo de Aldama, presidente del Zamora CF; el empresario Íñigo Rotaeche; Patricia Uriz, esposa de Koldo; Joseba García Izaguirre, hermano de Koldo; y José Luis Rodríguez García, subteniente de la Guardia Civil en situación de retiro, habiendo estado destinado a la Sección de Seguridad de Nuevos Ministerios. El exministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos, se ha negado a dimitir como diputado pese a que su partido le ha dado incluso de baja como militante e insiste por activa y por pasiva que nada sabía de estas presuntas comisiones y reitera que los contratos se adjudicaron con control y rigor absoluto. Nadie le niega al exministro y persona en su día muy fiel y allegada al propio presidente Pedro Sánchez el derecho de defender su dignidad política después de décadas de trayectoria, pero este representante público debería saber que Koldo García (que trabajó como portero en un famoso club de alterne de Iruñea y que arrastra una condena por lesiones de cuando trabajaba como vigilante de seguridad) no cuenta con un currículum adecuado para convertirse en persona de confianza de un ministro para temas en los que está en juego dinero público, y en el caso que nos ocupa, la salud de todo un Estado y en momentos excepcionales. Quien con niños se acuesta, mojado se levanta es una frase tan antigua como las corruptelas de esta corte de fontaneros de los partidos y de los gobiernos que son una auténtica lacra para la democracia. Erradicar la corrupción y el nepotismo de los estamentos públicos debería comenzar por desterrar a estos oscuros personajes.
