La gestión del Segarra-Garrigues
Aigües Ter-Llobregat (ATL), la empresa pública de la Generalitat que gestiona el abastecimiento en alta de 117 municipios de 9 comarcas del interior de Catalunya, incluido Barcelona, gestionará a partir de hoy el canal principal del Segarra-Garrigues, construido para regar unas 68.000 hectáreas y hasta ahora en manos del Estado. También las infraestructuras asociadas a esta conducción, de 87 kilómetros de longitud entre Rialb y L’Albagés, como es el pantano de Les Garrigues. Gobierno y Generalitat acordaron el año pasado traspasar la explotación de la infraestructura principal del canal a la conselleria de Acción Climática, de modo que desde hoy gestiona tanto la red principal como la secundaria, adjudicada a la unión de empresas Aigües Segarra-Garrigues. La titularidad de esta red secundaria es autonómica, mientras que la del canal principal y el pantano de L’Albagés seguirán en manos del Estado hasta 2054, cuando se calcula que se acabará de pagar y podría pasar a manos de la Generalitat. El secretario de Agenda Rural del Govern, Oriol Anson, explicó ayer que el cambio de titular de la gestión no afectará la explotación de la infraestructura hidráulica y justificó el encargo a Aigües Ter-Llobregat en su pericia y su experiencia en el servicio de aguas en alta. Sin embargo, algunos ediles de la Segarra han mostrado su recelo de que esta operación esconda a medio plazo una conexión de cuencas (del Ebro, en el caso de Lleida, con las internas). Anson aseguró que esta opción está descartada: “No hay ni traslado ni trasvase de aguas. Ni está planteado ni se planteará”, afirmó. No dudamos de la palabra ni de las intenciones de Oriol Anson, pero el Govern tendrá que aclarar muy bien por qué esta gestión va a parar a Aigües Ter-Llobregat y que no sea el principio de un trasvase de agua que a día de hoy es imposible porque los canales y abastecimientos de Lleida deben asegurar primero sus necesidades antes de plantear cualquier posibilidad de cederla. El agua es la base de la riqueza del sector primario de Ponent, el Pirineo y Aran.
Buena voluntad
Hay que reconocer la buena voluntad del conseller de Acción Climática, David Mascort, por encontrar vías de solución a la situación desesperada que vive el campo. Y se agradece la variación de nombre de la conselleria, el cambio climático afecta a todos los departamentos, no solo a la agricultura y ganadería; también es una buena idea la intervención del sector en el monográfico del Parlament de la próxima semana, pero hacen falta concreciones en las medidas antisequía y políticas del ACA y sobre todo ayudas económicas y un cambio en las políticas europeas en relación con la agricultura y la ganadería.