El problema estructural de la vivienda
Nuevo choque entre la Generalitat y el ministerio de Vivienda por el índice que topará algunos contratos de alquiler. El Govern esperaba que el sistema de referencia de precios de arrendamientos se publicara hoy miércoles, según anunció hace unos días el secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana, David Lucas. Sin embargo, fuentes del ministerio que dirige Isabel Rodríguez avanzaron ayer que la fecha prevista es “a partir del 15 de marzo”. Es decir, como muy pronto el viernes. Este retraso ha llevado al ejecutivo catalán a reclamar explicaciones al central. La entrada en vigor del índice de precios de referencia está siendo esperada desde hace meses por la Generalitat, que tiene previsto declarar un área tensionada que abarcará a 140 municipios. Es evidente que este retraso en los topes es un impedimento para marcar cuanto antes los baremos de los arrendamientos, pero el problema del acceso a la vivienda va mucho más allá y es urgente que todas las administraciones se pongan manos a la obra porque, como explicábamos en el reportaje del pasado domingo, existe un número cada vez mayor de personas jóvenes y con trabajo a las que les es imposible independizarse, familias con verdaderos problemas para llegar a final de mes por el pago de las hipotecas y muchos colectivos vulnerables que no tienen otra opción que compartir vivienda, hacinarse en microhabitaciones, la okupación ilegal o directamente dormir en la calle. El acceso a la vivienda es una problemática estructural existente desde hace años, que se explica por varios factores económicos y sociales latentes en muchas localidades del país, y que confirman la idea de que el mercado de alquiler actual no cubre todas las necesidades de la demanda. Es por ello que la propiedad, en el mercado inmobiliario español, tiene un peso mucho más elevado, pero el precio actual del dinero imposibilita también a muchos ciudadanos cumplir con los requisitos para obtener crédito. Una situación muy complicada pero que ha de abordarse con carácter inmediato, facilitando la construcción de vivienda social a precios más asequibles y sin volver a la burbuja del ladrillo y la especulación. Mejora la situación hídricaLas últimas lluvias han mejorado la situación de los ríos y pantanos de Lleida, asegurando prácticamente la campaña de riegos. De hecho, la cuenca del Ebro lleva meses con mejores caudales que las internas de Catalunya, pero este incremento de agua no significa bajo ningún concepto que podamos dar por superada la sequía. Es más, ahora que no nos ahoga la precariedad es cuando se han de diseñar los planes para racionalizar el consumo, tanto en abastecimientos como en campos, granjas e industrias