La campaña electoral que viene
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont presentó el jueves en Elna su candidatura ya firme a presentarse a las elecciones para presidir el ejecutivo catalán. Lo hizo con un discurso claro, con autocrítica de errores del pasado y en el que explicó su hoja de ruta para culminar el procés que llevaría a Catalunya a celebrar un referéndum de autodeterminación. Por otra parte, el president Aragonès ya explicó en Madrid el miércoles que la demanda más inmediata que planteará al Gobierno español es que Catalunya recaude y gestione todos los impuestos, dejando un fondo de compensación territorial al estilo del concierto vasco y poder, así, compensar el déficit fiscal histórico. Por su parte, el que sale como favorito en las encuestas publicadas hasta ahora, Salvador Illa, del PSC, reitera que la amnistía comporta pasar página de las diferencias de 2017 para abrir una nueva etapa de diálogo y “reconciliación”. El PP todavía no tiene número 1 decidido, pero es previsible que su discurso incidirá en pedir estabilidad política y económica y evitar que las urnas vuelvan a dar el timón del gobierno catalán a los independentistas. Las cartas están, pues, ya sobre la mesa, sin olvidar partidos evidentemente que pueden ser claves después del 12-M como los comunes y la propia CUP, e incluso Vox. Ahora, cada cual expondrá sus argumentos, ideologías y prioridades y serán los ciudadanos, como no puede ser de otra manera, los que decidan qué capitanes y capitanas prefieren para dirigir el barco. Los ciudadanos de a pie solo les pedimos, a todos y sin excepción, que eviten convertir la política parlamentaria salida de las urnas, la forma más democrática del mundo de gobernar los países que existe, en el estercolero en que la derecha y extrema derecha están transformando el Congreso donde, un día sí y otro también, se escuchan insultos y todo tipo de improperios que alejan, más si cabe, de la res pública al ciudadano corriente. Catalunya siempre se ha caracterizado por ser una nación con sentido común, trabajadora y de amplios horizontes, donde cada cual, venga de donde venga y piense lo que piense, se puede expresar libremente. No nos dejemos contaminar. Los canales de LleidaAyer saltó la sorpresa en el encuentro de regantes de Lleida, cuando el Canal d’Urgell propuso una fusión con el Segarra-Garrigues para aprovechar infraestructuras, abaratar costes y economizar al máximo el agua. Problemas técnicos no habría y de administraciones tampoco y, la verdad, en plena crisis del agua por las sequías reiteradas, a priori parece una propuesta interesante, al menos a considerar. En tiempos de escasez y cambios es cuando más importancia tienen las sinergias