El gas, más caro desde ayer
A partir de ayer 1 de abril, la factura del gas será un poco más cara. El IVA vuelve a su tipo habitual, el 21%. En este segundo trimestre del año entra en vigor el nuevo ciclo de desmantelamiento de la rebaja fiscal adoptada por el Gobierno hace dos años para compensar los efectos de la crisis energética. Las medidas anticrisis se implantaron en 2022, cuando el precio de la energía alcanzó máximos históricos debido a la guerra en Ucrania (242 euros MWh). Por eso, en octubre de ese año, tanto el IVA de la luz como el del gas se redujeron hasta el 5%. Pero esas cifras ya quedan lejos y, según las estimaciones, este pasado mes de marzo acabó con un precio medio para el gas de 27,5 € MWh. Es nueve veces menos que hace justo dos años. Es evidente que el estado no puede estar permanentemente subvencionando la energía y es cierto que hemos vivido un invierno benévolo, por lo que las reservas de gas son amplias, pero a los ciudadanos de a pie nos cuesta entender que si el precio se disparó básicamente por la invasión rusa de Ucrania y esta no ha terminado, ¿cómo se adapta el mercado tan rápido a la nueva situación? Porque, si bien es cierto que las energías verdes están aumentando, su aportación todavía está lejos de los niveles que permitirían compensar precios. Mucho nos tememos que la geopolítica tiene sus propios baremos y que tanto la subida de precios energéticos como su estabilización actual tienen que ver más con intereses de algunos países que en las propias guerras en sí.Suben los delitos sexualesLos cuerpos policiales registraron el año pasado 268 casos de delitos contra la libertad sexual en las comarcas de Lleida, lo que representa un incremento del 36% respecto al año 2022, cuando hubo 197, según el Balance de Criminalidad del ministerio del Interior, en el que están contabilizados los casos de la provincia y de la capital. Es decir, 71 casos más y una media de 5,1 casos por semana. De estos, 105 fueron agresiones sexuales con penetración ante los 77 registrados el año anterior (36,4% más). De los 268 casos que hubo en la demarcación, la mitad (130) fueron en Lleida ciudad, lo que supone un incremento del 58,5% respecto a 2022. Asimismo, 51 de ellos fueron violaciones (por las 37 en 2022). Una de las causas que explican este incremento de agresiones, según los expertos, es que cada vez hay más consciencia a la hora de denunciar, con lo que estamos plenamente de acuerdo, pero deberíamos considerar también en qué estamos fallando como sociedad para que las cifras no mejoren y para ello es preciso iniciar de inmediato un plan que diezme esta lacra porque, si todos los delitos son execrables, los que atentan contra la libertad sexual son más repugnantes si cabe.