Depredadores sexuales en las redes
Un menor de Lleida ha sido acusado de ser un “peligroso depredador sexual” después de ser detenido por la Policía Nacional presuntamente por haber acosado a más de 20 jóvenes a través de las redes sociales. Como publicó SEGRE ayer, la detención se llevó a cabo el pasado mes de enero y el juez decretó, tras la petición de la Fiscalía de Menores de Lleida, una medida cautelar de internamiento en régimen cerrado. Según informó la Policía, el detenido suplantó la identidad de un joven de Barcelona a quien sustrajo sus fotografías en redes sociales para utilizarlas en los perfiles con los que contactaba con sus víctimas. Tras comunicarse con las jóvenes a través de una conocida red social, las extorsionaba sexualmente a través de otra plataforma y, además, solicitaba a diferentes personas que abriesen perfiles en redes sociales, ya que él no podía crear más. La investigación de la Unidad Central de Ciberdelincuencia se inició a raíz de varias denuncias en diferentes provincias de acoso sexual a menores a través de la red. No tardaron en aislar una serie de características únicas como el modus operandi, los nombres de usuario utilizados o la forma de solicitar las imágenes de contenido sexual y de amenazar a las víctimas, que hacía con “especial crueldad”. La Policía destaca que la dificultad de la operación ha radicado en la existencia de muchos perfiles diferentes desde los que se estaban cometiendo los hechos. Las redes sociales han abierto todo un abanico de posibilidades de comunicación que, como todo en la vida, tiene varios vértices, algunos de positivos y otros muchos de negativos si no se saben usar o se abusa de ellos, sobre todo en edades tempranas. Los depredadores sexuales son muy hábiles detectando vulnerabilidades de sus posibles víctimas y fingiendo proximidad y empatía, a la vez que metódicos y persistentes. Ante cualquier duda sobre cualquier interlocutor en la red, siempre la mejor opción es no dar a conocer ningún tipo de dato personal y mucho menos imágenes, y evidentemente, ante sospechas de extorsión o agresión, del tipo que sea, acudir inmediatamente a la policía.
Protestar no es terrorismo
Una segunda oleada de independentistas se ha exiliado a causa de la investigación de terrorismo de la Audiencia Nacional contra la plataforma Tsunami Democràtic por su papel en las protestas contra la sentencia del 1-O. Al menos siete de los 12 investigados están residiendo fuera de Catalunya actualmente. Que los políticos tengan que exiliarse muestra debilidades de la democracia, que tengan que irse activistas, empresarios o periodistas es una lacra. Calificar de terrorismo una protesta legítima es una ofensa para las víctimas del verdadero terrorismo