Seis siglos de infamia
“No eran brujas, eran mujeres”. En 2021 la revista especializada en temas de historia Sàpiens puso en marcha una campaña para reivindicar una infamia que se cobró centenares de víctimas en las comarcas de Lleida. Todo empezó en 1424, hace 600 años. El documento más antiguo conservado en Europa en el que se regulaba la brujería se escribió en Les Valls d’Àneu hace 600 años. Este verano, el Consell Cultural de Les Valls d’Àneu, el festival Dansàneu y la Universitat de Barcelona recordarán la efeméride con un congreso internacional coordinado por el historiador Pau Castell. Es una iniciativa para reconocer la singularidad histórica y el peso jurídico del texto original del Pirineo, así como para restituir la memoria de las mujeres objeto de represión. Una iniciativa necesaria porque la revisión del fenómeno histórico de mujeres acusadas de brujería ha permitido constatar las violencias patriarcales que existían sobre estas mujeres, que simplemente fueron castigadas porque eran diferentes, ya fuese porque tenían poco apoyo comunitario, porque eran pobres, viejas, forasteras o porque eran curanderas. La última bruja que murió en la hoguera en Catalunya fue Teresa Guàrdia, conocida en Biosca con el sobrenombre de La Baquiol. Ejercía de comadrona y se la culpó de la muerte del primogénito de una familia importante de la población. Acusada de brujería, fue quemada viva por sus propios vecinos, que se tomaron la justicia por su mano en 1806. El entonces párroco de Biosca, Antonio Gatuelles, intentó impulsar un proceso acusatorio contra los autores, pero no prosperó y la muerte de La Baquiol quedó impune. Todos los casos documentados son espeluznantes. El editor de Bellpuig Isidor Cònsul documentó una carnicería que tuvo lugar en la Ribagorza aragonesa, de donde era originario. En 1980 unas obras en el campanario de Les Paüls sacaron a la luz archivos de gran valor histórico datados entre los años 1576 y 1636. Oculto entre listas de gastos y relaciones de impuestos había todo el papeleo que se generó en 1593 a raíz de un juicio contra 28 mujeres de Les Paüls, Alins, Suïls, Perafita, Villarué y Espés, a las que acusaron de brujería. Veinticuatro fueron asesinadas. Unas ahorcadas y otras quemadas vivas. El ejercicio de memoria que se pondrá en marcha en Àneu, liderado por Ferran Rella, será también un acto de desagravio contra todas estas mujeres, que no brujas.En viloLos analistas políticos no se atreven a aventurar qué puede pasar hoy. Pedro Sánchez decidirá, después de cinco días de reflexión, si dimite. Llamadas a la calma ante la perspectiva de un horizonte político muy incierto en plena campaña catalana