Aritmética parlamentaria complicada
Ayer acabó el plazo para publicar encuestas electorales y, si no se equivocan mucho, la aritmética parlamentaria para formar gobierno se antoja complicada. En primer lugar, porque la victoria del PSC en el conjunto de Catalunya, que de forma unánime le atribuyen todas las intenciones de voto hasta ahora elaboradas, en ninguno de los casos es lo suficientemente amplia para que Salvador Illa presida la Generalitat en solitario. Por su parte, la ventaja sobre ERC que también todos los sondeos pronostican a Junts y Carles Puigdemont tampoco es tan grande para hacer incontestable su liderazgo en el nuevo Executiu que ha de salir de las urnas del próximo domingo día 12. En cuanto a Esquerra, que ostenta ahora el poder en solitario y en minoría, deberá decidir si se decanta por apoyar a Junts o al PSC en una hipotética entente. Ninguna de las dos opciones serían fáciles para los de Junqueras y Aragonès, porque ser muleta socialista les podría restar credibilidad independentista, y serlo de Puigdemont le devolvería a un papel secundario en el liderazgo soberanista. En cuanto a la más que segura subida del PP, que se quedará los votos del ya residual Ciudadanos pese a haber ganado los comicios de 2017, y de algunos socialistas descontentos con la amnistía, en ninguna de las sumas sería suficiente para hacer a Illa President para frenar el independentismo, dado que los Comuns no aceptarían un acuerdo que incluyera a los populares y muchísimo menos a Vox. Por lo que respecta a la CUP, sus escaños pueden volver a ser decisivos para que haya o no mayoría independentista en el Parlament. Llegados a este punto, tanto Salvador Illa como Carles Puigdemont y Pere Aragonès deberán sopesar mucho por dónde se decantan, ya que Catalunya requiere y necesita un gobierno fuerte que pueda hacer frente a los muchos retos que tiene sobre la mesa para seguir siendo un motor económico europeo de primer orden, una sociedad abierta, acogedora e integradora y una nación puntera. En manos de los indecisos parece estar pues este final de campaña, y por mucho que existan razones para no ir a votar, son muchas más las que hacen indispensable que los ciudadanos acudan a las urnas. Porque por muchos defectos que tenga la democracia, las alternativas son, sin ninguna duda, peores. La democracia costó más de 40 años recuperarla y es más fácil derribar un muro que construirlo. Som-hi, Lleida!!!La Liga no ha terminado como los aficionados del Lleida Esportiu hubieran querido, pero el play off es una gran oportunidad para que el trabajo de todo un año no haya sido en vano. Ahora, los jugadores y el club necesitan apoyo. Som-hi, Lleida!!!