La difícil convivencia con el oso en el Pirineo
Unió de Pagesos y la Associació de Ramaders del Pallars Sobirà han convocado sendas manifestaciones para mañana y el martes en protesta por la proliferación de osos en el Pirineo y porque cada vez hay más avistamientos de estos animales cerca de zonas habitadas. Esta situación se produce casi treinta años después de que se iniciara su reintroducción en el área del Pirineo francés fronteriza con Lleida, donde este plantígrado había desaparecido a principios del siglo XX tras ser objeto de una caza sistemática. Desde el primer momento contó con la oposición de los ganaderos, que denunciaban que la presencia de este animal constituía una amenaza para los rebaños que durante el verano pastan en la alta montaña, y lo cierto es que cada año suele haber algún ataque a yeguas, caballos, ovejas o terneros. La administración compensa a los afectados con una indemnización, pero la confirmación de que la res o reses han sido devoradas por un oso y los posteriores trámites para su cobro constituyen un proceso largo y complicado y hay casos en los que no se consigue, según han denunciado en reiteradas ocasiones representantes del sector. Miembros de organizaciones ecologistas también han manifestado públicamente en más de una ocasión que las administraciones deben mejorar su atención a los ganaderos para mejorar la convivencia de sus rebaños con los plantígrados. Sin embargo, la realidad es que durante estas tres décadas no ha habido ningún avance significativo, no solo en esta cuestión, sino también en lo que respecta a la sensibilización de los habitantes de la zona y de los turistas que la visitan. Así que es lógico que vuelva a haber protestas, porque la población de osos va en aumento y ahora ya hay al menos 84, por lo que las posibilidades de que se acerquen a zonas habitadas son muchas más que en los primeros años, cuando no llegaban a la decena. Por eso es necesario que las administraciones busquen el asesoramiento de expertos, hablen con todas las partes implicadas e intenten consensuar un modelo de convivencia entre la actividad humana y los plantígrados, abordando también si debe fijarse algún límite para el número de estos. Turismo de riesgoTres catalanes, dos hombres y una mujer, resultaron muertos el viernes en el mercado de Bamiyán, en Afganistán, cuando un hombre armado disparó contra el grupo de 6 turistas del que formaban parte. Es un acto terrorista deleznable, que hay que condenar de forma contundente. Ahora bien, partiendo de esta base, hay que apelar a la responsabilidad individual de cada uno, porque viajar a este país donde gobiernan los talibanes y los secuestros y atentados están a la orden del día está totalmente desaconsejado