Juicios rápidos contra la inseguridad
Ayer se conocieron las primeras condenas por la oleada de robos que han causado una gran alarma en l’Horta de Lleida en los últimos meses. Tres individuos aceptaron penas de entre un año y un año y medio de cárcel por su participación en un intento de asalto en una vivienda de la partida Marimunt. Al ser las condenas inferiores a los dos años, los ladrones no ingresarán en la cárcel si no tienen otras condenas anteriores, algo que no consta en este caso. El hecho de que en las partidas de l’Horta se hayan producido un gran número de asaltos en viviendas en las últimas semanas, algunos de ellos de carácter violento, ha provocado la lógica indignación de los vecinos que residen en esta emblemática zona de Lleida, que entienden que no se garantiza de forma debida su seguridad. En realidad, tanto la Guardia Urbana como los Mossos d’Esquadra han aumentado considerablemente los patrullajes en estas partidas y son ellos quienes deben hacerlo porque tienen la preparación necesaria. Los somatenes que han promovido algunos vecinos son una alternativa que puede ser peligrosa para las personas que los integran, por lo que es conveniente confiar en los profesionales. También se han tomado diversas iniciativas encaminadas a mejorar la seguridad, como la instalación de cámaras o la vigilancia con drones, pero l’Horta es un espacio amplísimo y resulta complicado garantizar una alta eficacia en los servicios policiales. Por este motivo es importante que se produzca una actuación judicial eficaz que disuada a los ladrones. La última reforma del Código Penal en materia de robos estableció el ingreso en la cárcel de los delincuentes reincidentes que hayan sido condenados al menos 3 veces en sentencia firme por este tipo de delitos. Se trata de una iniciativa legislativa que está en vigor desde hace un año y medio pero que apenas se puede aplicar porque es muy raro que una persona que comete este tipo de robos haya sido condenada más de tres veces. Eso es así porque, una vez que un presunto ladrón es detenido, se instruye la causa y el juicio no se celebra muchas veces hasta un año o un año y medio después del robo. Durante todo este período el ladrón sigue actuando a sus anchas, ya que queda en libertad cada vez que es detenido, hasta el punto de que una decena de delincuentes acumulan más de 200 robos en las tiendas del Eix Comercial de Lleida, que es otra de las zonas en las que este tipo de asaltos causan una gran alarma social. Esta demora en la celebración del juicio no es de recibo. En la inmensa mayoría de estos casos la instrucción de la causa es muy sencilla, ya que el ladrón ha sido grabado por cámaras de seguridad, con lo cual no es necesario recabar más pruebas, y en estos casos la justicia permite celebrar el juicio el día siguiente de la detención. Esta es la medida que puede combatir de una forma realmente eficaz unas oleadas de robos que se hacen insoportables.