SEGRE

Creado:

Actualizado:

El exconseller y diputado de Junts Josep Rull fue elegido ayer presidente del Parlament por mayoría simple gracias a los votos de su formación, ERC y CUP, que escenificaron una imagen de unidad del independentismo justo después de que haya perdido la mayoría absoluta en la Cámara tras las últimas elecciones. Se impuso a la diputada del PSC Silvia Paneque, que solo recibió los votos de su partido, y estará al frente de una mesa con mayoría independentista. A primera vista, parece un escenario sorprendente tras la victoria clara del PSC en los comicios, con 42 escaños, siete más de los que logró Junts, y es fruto de la imposibilidad de que los socialistas puedan conseguir una mayoría suficiente sin el apoyo de una de las dos principales fuerzas soberanistas, porque un pacto con PP y Vox resulta inviable. Sin embargo, el independentismo tampoco cuenta con posibilidades de lograr la presidencia de la Generalitat sin la aquiescencia de los de Salvador Illa. La primera incógnita es si, a pesar de ello, Rull propondrá a Carles Puigdemont como primer candidato a la investidura en lugar de al líder socialista. Y la segunda, si elige esta opción, es si el previsible intento frustrado da paso a un periodo de negociación de dos meses que permita a Illa acceder a la presidencia con el respaldo de Junts o ERC –o la abstención de los dos– o bien hay que repetir las elecciones. Un panorama complicado que estará lleno de momentos de tensión, como quedó claro tras la decisión de la mesa de edad de permitir ayer el voto a distancia de Puigdemont y Lluís Puig. Una Europa más de derechasEl resultado de las elecciones al Parlamento Europeo ha comportado un avance de las fuerzas de la ultraderecha, pero insuficiente para que puedan tener un peso decisivo en las instituciones de la UE. El Partido Popular Europeo, que ha ganado 10 escaños, podrá mantener la presidencia de la Comisión en la persona de Ursula von der Leyen reeditando el pacto con los socialistas, que han perdido cuatro, y los liberales, que protagonizan el mayor retroceso al bajar de 102 a 79, perjudicados por el batacazo del partido del presidente Macron en Francia. En suma, Europa vira hacia la derecha, porque los Verdes y otros partidos de izquierda también tienden a la baja, y aunque los ultras no alcanzan sus objetivos, su ascenso es una amenaza para construir una Europa más solidaria y justa. Además, sus victorias en Francia, Italia, Austria y Hungría o los segundos puestos en Alemania y Países Bajos constatan la necesidad de que los partidos tradicionales apliquen cambios en sus políticas, escuchen más a los ciudadanos y primen el interés general. No está de más recordar que el germen de la actual UE surgió de los escombros que provocaron los totalitarismos.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking