Lo normal no debe ser 55 detenidos por Sant Joan
La verbena de Sant Joan en Catalunya dejó la noche del domingo al lunes un total de 55 detenidos, once por violencia de género, por parte de Mossos. 833 avisos a los Bomberos (73 en Lleida, básicamente pequeños incendios en vegetación, solares y contenedores) y más de 7.400 llamadas al teléfono de emergencias del 112. Este es el balance de una noche en la que hay que lamentar cuatro fallecidos, uno de ellos ahogado en Sitges, mientras que los otros tres se produjeron en sucesos de naturaleza violenta: un joven degollado en el barrio de la Barceloneta de Barcelona y dos muertos en un tiroteo en el barrio de Font de la Pólvora de Girona. Según informó ayer Protecció Civil, el número de llamadas que ha recibido este año el 112 por la verbena de Sant Joan es ligeramente superior al del año pasado, en concreto, ha supuesto un incremento del 1,10% respecto a 2023. Por comarcas, las que han efectuado más llamadas han sido el Barcelonès (3.055), Vallès Occidental (639), Maresme (547) y Baix Llobregat (526), quedando las de Lleida y Pirineo muy por debajo. Sorprende que, pese a este reguero de desastres, ninguno grave en Ponent al margen de un incendio en una nave industrial en Lleida, podamos llegar a asimilar que se ha tratado de una verbena “normal”. Lo “normal” sería que todos supiéramos comportarnos como personas civilizadas que se supone que somos, cuidando el bien común como si fuera el propio, respetando a los demás como si de nosotros mismos se tratara y divertirnos en una tradición tan catalana como la de Sant Joan sin que el alcohol, las drogas y la violencia de todo tipo resuman una fiesta tan especial como la de la noche más corta del año que da bienvenida al verano. Más educación y más civismo sin duda nos irían muy bien a todos. Otra asignatura pendiente de nuestra educación, que en estos acontecimientos masivos sigue mostrando muchas carencias, tanto a nivel personal como colectivo. La forma de divertirnos también nos define y resulta poco esperanzador que, mientras la mayoría de ciudadanos cada vez se muestran más respetuosos con el entorno y el prójimo, en días como estos comprobemos que todavía quedan muchos ejemplos de todo lo contrario.El Pirineo, al alza Las cifras turísticas del Pirineo por este Sant Joan son otra muestra de que las comarcas de montaña de Lleida y Aran han sabido desestacionalizar la llegada de visitantes y que la oferta de nieve ya no es, ni mucho menos, su único atractivo. Es una gran noticia para todas estas poblaciones que poco a poco han ido mejorando su oferta hotelera y gastronómica y lo más interesante es que lo están haciendo en base a sus raíces y tradiciones
