Un reconocimiento más que merecido
La Val d’Aran ya puede presumir desde el viernes de ser Reserva de la Biosfera tras la declaración como tal por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Fue en la 36ª reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB), órgano compuesto por 34 estados del organismo internacional, donde se decidió la incorporación de Aran, así como la reserva de Irati (Navarra). Con estas dos nuevas declaraciones, ya son 55 las reservas de la biosfera en el Estado, tres de ellas en Catalunya: la ya citada aranesa, Terres de l’Ebre y el Montseny. Tras cuatro años de gestiones, la designación fue recibida, como era de esperar, con gran satisfacción por parte de las autoridades aranesas. La Síndica, Maria Vergés, que participó en el encuentro de la ciudad marroquí de Agadir, en el que se acordaron las nuevas designaciones, remarcó la importancia de lo que calificó de “hecho histórico que nos reafirma en el compromiso que como gobierno mantenemos con Aran y su gente”. “Ser Reserva de la Biosfera es también un importante reconocimiento a la línea de acción y al proyecto de país que el gobierno del Conselh” y añadió que la administración aranesa está “en el buen camino” para hacer del valle “un territorio con futuro para su ciudadanía, así como para liderar en el Pirineo una estrategia conjunta de desarrollo sostenible”.La reserva de biosfera aranesa se extiende a lo largo de unos 632 km2 y constituye el único valle de Catalunya orientado hacia Francia. Su posición excepcional como cuenca situada entre el Mediterráneo y el Atlántico le confiere una gran diversidad de paisajes climáticos y biológicos. También es un referente del patrimonio cultural y lingüístico occitano. Con casi 10.000 habitantes, ha prosperado tradicionalmente gracias a actividades variadas, como la agricultura, la artesanía y el comercio, así como el turismo atraído por los múltiples reclamos naturales, culturales y patrimoniales con los que cuenta. La designación de la zona como Reserva de Biosfera debe suponer un paso decisivo para mejorar la protección de la biodiversidad y revitalizar las prácticas tradicionales, con el fin de frenar la despoblación y facilitar la transición a un modelo de desarrollo rural más resiliente. En este sentido Conselh Generau ya avanzó que iniciará reuniones con las diferentes instituciones y entidades aranesas para presentar las primeras acciones que desarrollará. Entre ellas se encuentran algunos proyectos ya en marcha, como el plan de sostenibilidad turística o Ovihuec, que plantea el uso de rebaños de cabras y ovejas para recuperar el paisaje de la Val y reducir el riesgo de incendios forestales. Felicitamos pues a Aran y a sus habitantes por este salto cualitativo que no hace sino dar un mayor realce si cabe a todos sus atractivos.