SEGRE

Creado:

Actualizado:

Quemas prescritas de vegetación y hojarasca a ras de suelo a través de proyectos de ingeniería para prevenir incendios forestales. Esta es la tesis que defiende Víctor Resco, profesor de Ingeniería Forestal de la Universitat de Lleida (UdL) y coordinador de la Unidad Mixta de Investigación del Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya y Agrotecnio que nos explica hoy en nuestra página 3. Afirma que, según los cálculos del Grupo de Refuerzo de Actuaciones Forestales (GRAF), “apagar un incendio cuesta unos 19.000 euros por hectárea, mientras que el coste de las quemas prescritas es de 200 o 300”. El último gran incendio de Lleida se inició el pasado 31 de julio en el sur del Urgell y acabó calcinando 273,56 hectáreas. De los últimos años, el peor fue en 2022, cuando ardieron más de 3.500 hectáreas. El cálculo económico es fácil y la conclusión, evidente. En la lucha contra los incendios forestales influyen muchos factores, de los cuales la sequía y el abandono de muchas hectáreas antes cultivadas o con actividad son los principales, además de las negligencias humanas, evidentemente, pero los cortafuegos o estas quemas preventivas deberían abundar más porque ahorraríamos mucho dinero, pérdidas materiales e incluso vidas, aumentando las tareas de prevención. Una tesis a tener muy en cuenta.40.000 muertosLa guerra entre Israel y Palestina ha causado ya 40.000 muertos, casi el 2% de la población de Gaza. El cálculo lo han hecho las autoridades de la Franja, controlada por Hamás, entre hospitales y familiares. Dos tercios de los muertos son mujeres y niños. Los periodistas son más de un centenar y el personal médico y de enfermería roza el millar. Los bombardeos han llegado a la llamada “zona humanitaria” establecida por Israel y a decenas de colegios que albergan desplazados de otras partes de Gaza. Algunos han tenido que huir hasta una decena de veces a supuestas zonas seguras para luego verse de nuevo asediados por las bombas. Las muertes incluyen casos de desnutrición o falta de medicamentos. Los datos suponen una radiografía de unos bombardeos israelíes que muestran más deseo de venganza, por la masacre que Hamás llevó a cabo el 7 de octubre, que de táctica militar. Las desoladoras imágenes de una Gaza devastada nos acompañan a diario desde entonces. Es en este contexto en el que Israel y Hamás han retomado en Doha las negociaciones de un alto el fuego. La ronda comienza con sensación de una última oportunidad de parar el conflicto ante el peligro de que Irán y Hezbolá respondan a Israel y una guerra a gran escala sea ya imparable. Lo triste es que estos 40.000 muertos poco importan para lograr la paz y lo que cuenta es la geopolítica

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking