Los nuevos leridanos
La cuarta parte de las personas que residen en la demarcación de Lleida ha nacido en otros Estados, según indican los datos de la Encuesta de Población del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este trabajo, cerrado con registros del 1 de julio de este año, sitúa en 106.348 el número de habitantes de las comarcas de Lleida que han nacido en otros países, lo que supone un 23,45% del total, que son 452.296. La encuesta del INE ofrece un dato que resulta especialmente ilustrativo del ritmo al que se está produciendo esa incorporación de vecinos foráneos, puesto que la cifra de julio supone un incremento de 6.020 personas, es decir, del 6%, tan solo en los quince meses transcurridos desde abril del año pasado. El crecimiento del colectivo extranjero ha sido constante en los últimos años, hasta el punto de que su magnitud se ha multiplicado por seis en poco más de dos décadas, desde los 17.111 de 2002, cuando su peso demográfico no llegaba al 5% del conjunto. Por otro lado, hay datos del propio INE que apuntan a que este crecimiento en realidad es mayor y supera la cuarta parte de la población: si a los 92.737 habitantes de nacionalidad extranjera de la encuesta se le suman los 19.277 extranjeros nacionalizados que contabilizaban las cifras de población el 1 de enero de 2022 y los 5.776 que obtuvieron la nacionalidad en 2022 y 2023 la cifra se eleva a 117.790 y su peso porcentual al 26,04%. Esta realidad comporta ventajas laborales, de servicios y de contribución a la Seguridad Social, porque es evidente que, sin ningún tipo de dudas, su peso en el empleo del campo, de la hostelería y del cuidado de mayores, por poner solo tres ejemplos, es significativo e indispensable, pero también comporta una tensión demográfica en algunas localidades o barrios concretos que se debe analizar si queremos tener una sociedad cohesionada y con garantías de bienestar. Catalunya ha sido, es y será tierra de acogida y en este mestizaje ha forjado su prosperidad. Pero es evidente que los derechos van acompañados de deberes, de leyes de igualdad y equidad que han costado mucho conseguir y que se deben preservar, así como la lengua, vengan de donde vengan los nuevos catalanes. Y esta premisa ha de ser asumida como una riqueza, a la vez que una condición indispensable. Y así ha de afrontarse para evitar xenofobias y aprovechamiento de la extrema derecha de la diversidad actual. GazaHoy se reemprenden las negociaciones para un alto al fuego en Gaza y, en esta ocasión, tanto por la presión internacional como por la interna en Israel, todo apunta a unos mínimos acuerdos que dejen de indignar al mundo entero ante tanta crueldad