Un nuevo recinto a la altura de Sant Miquel
El alcalde, Fèlix Larrosa, y la portavoz del grupo municipal de Junts, Violant Cervera, anunciaron ayer un acuerdo entre los propietarios mayoritarios de los terrenos de la antigua Área Residencial Estratégica prevista entre Cappont y La Bordeta para reservar 116.000 metros cuadrados para el nuevo recinto de Fira de Lleida en la antigua Hípica y su entorno. Avanzaron que está previsto que tenga 6 pabellones de tamaño medio y dos de grandes. Para el desarrollo urbanístico de este plan será necesaria una modificación del Plan General y Larrosa señaló que prevén tramitarla ya en el pleno de octubre o en el de noviembre. También señalaron que el nuevo pabellón desmontable en proceso de licitación estará listo para la Fira de Sant Miquel del próximo año y que la entrada principal del recinto ferial pasará a estar en el Camí de Picos. Esta es una buena noticia para el certamen y para la ciudad, porque la profesionalización, diferenciación y proyección del sector productivo, tanto agrícola como ganadero, de las comarcas de Lleida y su potente sector agroalimentario merecen que todos los expositores puedan estar bajo techo, igual que los de Municipàlia, la otra gran feria de Lleida ciudad. Y también es evidente que Fira de Lleida debe tener unas instalaciones de primer orden de las que ahora carece. El gobierno municipal y Junts apuestan por este nuevo espacio ferial, que habrá que esperar cómo se concreta en un proceso que ahora acaba de comenzar.El catalán no se tocaEl Consejo de Europa considera que las sentencias judiciales que imponen un mínimo de clases en castellano en comunidades autónomas con lengua cooficial infringen los compromisos que España ha asumido para proteger las lenguas regionales o minoritarias. En su informe de evaluación de España sobre la Carta Europea de Lenguas, los expertos del Consejo de Europa se muestran “profundamente preocupados” por las sentencias judiciales que imponen un mínimo de clases en castellano por las “incertidumbres” que han creado sobre el uso de una u otra lengua como vehicular en la educación. Los expertos recuerdan que España, cuando suscribió esa carta –algunos países miembros como Francia no han querido hacerlo para no estar obligados a garantizar a ninguna otra lengua, aparte del francés–, optó por “el máximo nivel de protección”. Varapalo pues a todos aquellos que desde hace años intentan utilizar la lengua como un elemento político de confrontación, cuando el mayor consenso que ha existido siempre, y sigue vigente, en todos los partidos históricos de Catalunya, con el PSC entre ellos, es que el catalán no se toca y que su papel de lengua vehicular es indispensable, para su supervivencia y como instrumento de integración.