Vivienda, el gran problema ciudadano
La compraventa de viviendas en Lleida aumentó un 32% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año pasado con 1.599 operaciones, la gran mayoría de las cuales, 1.178, eran de segunda mano.Un incremento que desde el sector inmobiliario atribuyen a la bajada de los tipos de interés y vaticinan que irá a más tanto en el cuarto trimestre de este año como a principios del próximo. Una predicción que hizo el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Lleida, Josep Maria Esteve, después de que el Instituto Nacional de Estadística publicara los datos de compraventa de septiembre, que muestran que en Lleida hubo 525 operaciones, un 63% más que las 322 del año pasado. Según Esteve, “estamos ahora mismo en unas cifras que no veíamos desde 2006, cuando había pleno crecimiento económico e inmobiliario y básicamente se atribuye a la bajada de los tipos de interés que se está produciendo desde hace meses y que irá a más durante el 2025, por lo que se prevén meses de mucha actividad tanto en las ventas de segunda mano como en las de obra nueva, que se están reactivando”. En el conjunto de Catalunya se registraron 8.987 operaciones en septiembre, un 33,8% más que en el pasado ejercicio. Este interés creciente por adquirir casa, en plena crisis del sector por los altos precios y la escasa oferta, ha de servir, de una vez por todas, para promover la construcción de pisos sociales y hacer menos complicado el acceso a la vivienda a miles de leridanos que, tanto en el llano como en algunas zonas del Pirineo, viven agobiados económica y socialmente por no poder disponer de vivienda digna o tener que destinar más de la mitad del sueldo a un techo y poder independizarse de la familia o dejar de vivir en pisos compartidos. Son muchos los vértices que tiene la actual carencia de vivienda asequible pero tanto la propiedad como la de alquiler requiere un impulso público y facilidades financieras. La Constitución garantiza en su artículo 47 este derecho y los políticos tienen que velar para que se cumpla. Es una obligación prioritaria.11.000 muertos despuésMil días después de la invasión rusa de Ucrania, 10 millones de ucranianos aún no pueden regresar a sus casas. Más de seis millones son refugiados en otros países y los muertos suman ya 11.000, según la ONU. Mientras, la comunidad internacional, al igual que en Palestina o en Hong Kong, donde la dictadura china encarcela por subversión a 45 activistas que piden democracia, poco puede o quiere hacer porque la geopolítica y los intereses económicos aconsejan ir con pies de plomo para no enfurecer a las fieras que nos podrían abocar a una Tercera Guerra Mundial. Todo muy deprimente.