Lleida, conquistas y asignaturas pendientes
Más de 440 empresarios de la demarcación de Lleida acudieron el jueves a la VII edición del Lleida Empresa, organizada por Pimec y celebrada en la Llotja, que este año giró en torno a la importancia de la comunicación como herramienta para atraer y retener talento. El presidente de Pimec Lleida, Jesús Torrelles, afirmó que el tejido empresarial de la demarcación se encuentra en un momento “muy bueno con empresas punteras en muchos sectores, como el tecnológico”, pero afirmó que hay que aprender a “ponerlas en valor y, sobre todo, saber vender lo potentes que somos”, y ahí es donde cobra importancia la comunicación asertiva, añadió. “Tenemos que mostrar al mundo el gran potencial que tiene Lleida, ese es el primer paso para retener el talento”, aseveró. Precisamente, la falta de personal es una de las principales problemáticas a las que actualmente se enfrentan las empresas leridanas en muchos sectores. En esta línea, el presidente de Pimec Catalunya, Antoni Cañete, destacó la “competitividad y el dinamismo” que tiene el tejido empresarial leridano, destacando el impulso que se le está dando al sector digital, al primario y al logístico. No les falta razón a ambos y entronca con lo que decíamos ayer sobre el empoderamiento de Lleida en todos los sectores. Pero para que esta mejora evidente sea conocida y reconocida, hacen falta todavía algunos elementos. En primer lugar, un área de expansión industrial como Torreblanca, que lleva ya demasiados meses parada. También facilidades burocráticas y más eficacia administrativa, que en ningún caso quiere decir permisividad medioambiental o laboral. No podemos olvidar tampoco la fiscalidad, de las más altas del estado, y evidentemente, los sueldos. Lleida es más asequible a nivel de vivienda, pero falta asegurar la movilidad, mejorar comunicaciones y servicios y pagar sueldos competitivos que puedan retener el talento. Lleida tiene una posición inmejorable entre Zaragoza y Barcelona, y a una hora de Tarragona, y puede y debe perder el complejo que ha arrastrado en el siglo XX para reforzar su liderazgo agroalimentario, pero también posicionarse a nivel industrial y tecnológico.
Dos escuelas emblemáticas
Educación ha notificado a las escuelas Espiga y Alba que el próximo curso prevé suprimir una de sus dos líneas de I3, lo que ha puesto en pie de guerra a sus comunidades educativas. Ambas están en el extrarradio de la ciudad y tienen una trayectoria similar, ya que fueron fundadas a finales de los años sesenta por personalidades de la cultura y la educación como Maria Rúbies, Jaume Magre e Isabel Arqué para dotar a Lleida de una escuela catalana, pedagógicamente avanzada y plural en plena dictadura